MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
El fundador de Mensajeros de la Paz, el sacerdote Ángel García, conocido como 'Padre Ángel' ha asegurado que le daría pena que Manuela Carmena dejara de ser alcaldesa porque les ha "ayudado mucho con las personas sin techo" desde el inicio de su mandato. Este viernes, Carmena ha dicho que renunciará a su acta previsiblemente el lunes 17 de junio, si hay acuerdo entre PP, Ciudadanos y Vox.
"Para mí los gobernantes son amigos y si se van te da pena. Carmena estuvo en esta Iglesia de San Antón y desde el inicio de su mandato nos ha ayudado sin duda alguna con las personas sin techo y sería desagradecido si me alegrase de que se vaya", ha subrayado en una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de la publicación de su libro 'Un mundo mejor es posible' (Alienta).
Con este libro, el padre Ángel quiere ofrecer argumentos y cifras para demostrar que el mundo actual es "mejor", frente a "muchos agoreros y catastrofistas que creen que todo es Sodoma y Gomorra, que todo es mal y que el mundo que van a dejar a los hijos es peor".
A lo largo de ocho capítulos, el padre Ángel cita a algunos políticos y reconoce que aunque muchas veces le han etiquetado con uno u otro color, no es "de un partido político ni de otro".
El padre Ángel recuerda en conversación con Europa Press la frase que pronunció sobre el líder de Podemos cuando dijo que Pablo Iglesias "no es el demonio" y utiliza esta anécdota para asegurar que "a todos hay que quererles, admirarles y exigirles". Además, afirma que su relación con todos los líderes políticos españoles es "buena" y que su único "secretario general" es Jesús de Nazaret y el Papa Francisco.
En unos días de negociaciones para formar Gobierno, tanto a nivel nacional como autonómico y municipal, el Padre Ángel reconoce que no hay "nada concreto" y que va a tener que "seguir poniendo velas en San Antón para que salgan los mejores".
En este sentido, frente a las "quejas" hacia los políticos, invita a los ciudadanos españoles a valorarlos. "Cuando uno viene de tantos países, de tantos viajes, cuando llega a España, que tenemos sanidad y seguridad social, en España da gusto vivir, nuestros gobernantes, cuando uno ve tantos otros en África o América dice yo me quedo con los míos", enfatiza.
PIDIÓ LA IGLESIA 24 HORAS A OTROS OBISPOS SIN ÉXITO
En la tarea de hacer el mundo mejor, el padre Ángel ha impulsado distintas iniciativas orientadas a ayudar a los más pobres. Una de ellas es la Iglesia de San Antón abierta 24 horas al día o los restaurantes solidarios Robin Hood.
El sacerdote reconoce que ya soñaba con una Iglesia abierta 24 horas desde muchos años antes de que llegara el cardenal Carlos Osoro a Madrid y ha revelado que lo solicitó a varios obispos y cardenales que le precedieron y no se lo concedieron.
"Desde que me ordené sacerdote siempre soñaba con tener una gran Iglesia abierta 24 horas y cuando llegué a Madrid, hace 40 años tuve a varios obispos y cardenales a los que solicitaba tener una Iglesia abierta y no lo había conseguido", reconoce.
HOMOFOBIA Y SEXISMO
En el libro también aborda problemas como la homofobia y el sexismo. "Igual que se ha avanzado mucho con los derechos de las mujeres ha pasado lo propio con los de las personas LGTBI. El machismo es una lacra pero la homofobia no se queda atrás", se puede leer en el capítulo seis.
"A mí en alguna ocasión se me ha criticado porque corría el rumor dentro de la Iglesia de que había bendecido a una pareja homosexual. Sin embargo estas personas que me criticaban eran los mismos que luego bendecían una moto o un animal", critica.
Para el sacerdote, es "de sentido común que todos son iguales, y que hombres y mujeres tienen la misma dignidad". Además, recuerda cuando él era joven y pedía que los curas pudieran casarse y que las mujeres pudieran ser sacerdotes, pero reconoce que ya no tiene ese "ahínco" de antes porque "el problema de hoy no es ese sino que la Iglesia sea auténtica, verdadera".
Echando la vista atrás, el Padre Ángel no duda en asegurar que volvería a ser sacerdote y a entregarse a las causas sociales. "Cuando uno cree que las cosas se ponen cuesta arriba, busca escaladoras", subraya. También advierte de que el "gran problema" de la sociedad actual es el de los migrantes y refugiados y la soledad.
Precisamente, sobre la soledad, defiende el uso "humano" de las nuevas tecnologías y los teléfonos móviles por lo que pueden contribuir a combatir este problema. "A veces se dice que los móviles y las redes sociales son el demonio, creo que al contrario, nos pueden acercar a las personas", afirma.