Natalia Castellanos reivindica que la mitad del empleo generado por la economía circular se centre en personas en riesgo de exclusión
MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Recuperadora, marca nacida al amparo de la red social de economía solidaria AERESS, abrirá este viernes en el madrileño barrio de Malasaña su primera tienda, donde llenará estantes de ropa recuperada y preparada para su reutilización a través de un proyecto centrado en la generación de empleo de inserción de colectivos vulnerables, una oferta que se amplía a pequeños electrodomésticos y enseres.
Una tienda que será la primera con esta imagen corporativa antes de empezar a adecuar otros puntos de venta de la red de AERESS en localidades como Girona, Barcelona, Murcia, Mallorca y Gijón.
Según ha explicado a Europa Press la directora de Proyectos de AERESS, Natalia Castellanos, la idea de aglutinar toda la acción de AERESS bajo esta marca surge de la intención de contar con "una imagen única que transmita transparencia en su actividad" centrada en la gestión de residuos, tanto textiles como voluminosos o aparatos electrónicos, y su posterior preparación para la reutilización, logrando con ese proceso la inserción laboral de colectivos vulnerables. A esto se suma la "vocación de tener una identidad estatal para que a la ciudadanía le resulte familiar".
Según sus cálculos, anualmente las entidades sociales que conforman la rede de AERESS a nivel estatal gestionan unas 21.000 toneladas de residuo textil, y se estima que puedan generar unos 250 puestos de trabajo
Una marca surgida en un contexto en el que tal y como explica Natalia existe un viento a favor al amparo de "todas las normativas que llegan a nivel europeo" con la economía circular como epicentro. Con estas posibilidades que abre en cuanto a la generación de empleo, la intención es "que ese empleo sea inclusivo y que atienda a colectivos en situación de vulnerabilidad que necesitan insertarse a nivel social y laboral".
PROCESO
El círculo se inicia de la mano de las entidades que trabajan en torno a La Recuperadora, que se hacen con la materia prima a través de contenedores a nivel local, algo para lo que se ayudan de convenios principalmente públicos, y también privados, a nivel municipal.
A partir de ahí, arranca "una labor de planificación para la reutilización y preparación" de las prendas recogidas, haciendo un triaje en el que se decide si podrán tener una segunda vida o llegan a otro proceso de reciclaje.
Con el 'stock' recuperado, se preparan las prendas para darles salida al mercado, la vía más rápida por la cual las entidades consiguen un beneficio que repercute en su proyecto social. No sólo con ropa, ya que muebles o electrodomésticos recuperados forman parte de esta ecuación.
SEMANA DE APERTURA
Con todo preparado, este mismo miércoles tendrá lugar la presentación oficial de La Recuperadora en un gran acto en Barcelona junto a una de las entidades que trabajan dentro del proyecto, Solidana.
El evento, denominado 'Hagamos el textil circular', será el punto de partida que rematará con la inauguración de la tienda de La Recuperadora en el número 4 de la calle San Joaquín del barrio de Malasaña en Madrid.
Tras una primera apertura en turno de mañana de carácter institucional, las puertas se abrirán al público con un estreno marcado a las 18.00 horas, con música en directo y talleres para amenizar la jornada.
Una tienda que abre en el epicentro de la moda de segunda mano en la capital de España. "Malasaña se vio como una oportunidad. Aquí hay muchas tiendas de ropa de segunda mano, también de tipo 'vintage', y vimos que era un lugar bastante competitivo donde diferenciarnos del resto", asegura Castellanos.
La responsable del proyectos apunta que el consumo de este tipo de moda está creciendo en España en los últimos 10 años, ya que "cada vez más gente compra de segunda mano y con más frecuencia", no sólo por motivos ecológicos y por ser más asequible, sino además "por otro tipo de motivaciones, como ser más sostenibles o alargar la vida de los productos".
"La moda de segunda mano ha dejado de verse como algo sucio, viejo o para personas con pocos recursos. Es algo que también te diferencia, y puedes conseguir prendas de más calidad a menor precio, haciendo un estilo propio", ha agregado.
RECLAMAN MÁS CUOTA DE EMPLEO A PERSONAS EN EXCLUSIÓN
Natalia Castellanos, como responsable de proyectos en AERESS , ha puesto el acento en que la normativa estatal relativa a la economía circular incluye en su texto una disposición adicional por la cual se obliga a los ayuntamientos a reservar la mitad de la contratación generada a empresas de inserción y centros especiales de empleo.
"El 50% de todo lo que tiene que ver con la contratación en torno a la recuperación de residuos tiene que pasar entidades sociales como las de AERESS y eso es una oportunidad enorme, porque permite además mantenerse la actividad empresas sociales que llevan más de 30 años en esta trayectoria", apunta.
Por ello, reivindica que termine de cumplirse este mandato legislativo, indicando que en todo caso la tendencia está encaminada a conseguir esta tasa de empleados de colectivos vulnerables.