MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los salesianos de Quetta (Pakistán) han acogido y socorrido a 150.000 personas evacuadas por las inundaciones en el país en una zona donde no llegan todavía las ayudas internacionales.
En este sentido, el director de la obra salesiana de Quetta, Peter Zago, ha afirmado que allí "las Naciones Unidas no están", aunque ha asegurado que de donde sí han recibido ayuda es de la obra salesiana en Viena y de Alemania. No obstante, no lo considera suficiente.
"Si lográramos tener más, podríamos llegar a los evacuados de Sindh, tenemos allí más de cien familias que vienen de 850 kilómetros de distancia", apunta.
"Yo tengo 80.000 euros y somos los únicos que estamos en el lugar, que tomamos nota del nombre de las familias que tienen necesidad. A los grandes almacenes locales les decimos 'vean, hacemos el bien a sus hermanos musulmanes, háganme un buen precio' y ellos me preparan cada día 50 porciones de todo. Yo no veo a nadie más", subraya Zago, al tiempo que avisa de que cuando se terminen los fondos, deberá parar su ayuda a los damnificados.
Por el momento, continúan ayudando a la población. "Esta mañana hemos recibido un centenar de familias, a las cuales hemos dado lo esencial al menos para un mes: harina y aceite para el 'chapati' --su pan cotidiano--, lentejas y algunas medicinas", ha explicado a Radio Vaticana.
Mientras, en Pakistán las lluvias monzónicas que han devastado el norte se están dirigiendo hacia el sur arrasando aldeas y campos y aumentando el caudal de los ríos. Según los datos de Unicef, una quinta parte del país se encuentra bajo el agua; 900.000 casas han sido dañadas o destruidas; 15,4 millones de personas han sido golpeadas por las inundaciones; y quedan todavía millones de habitantes no alcanzados por la ayuda de salvamento.
Además, esta catástrofe ha provocado la proliferación de enfermedades. "En el Norte ya ha comenzado el cólera, creo que ya hay más de 10.000 muertos, pero no los han contado y no pueden hacerlo", destaca Zago.
El obispo de Faisalabad, monseñor Joseph Coutts ha anunciado para este martes una jornada de oración entre los católicos, por las 1.500 víctimas de las inundaciones y los más de veinte millones de evacuados.