Actualizado 08/11/2024 16:44

Voluntarios rumbo a Valencia: "Somos polivalentes. Si hay que limpiar, se limpia, o recoger, hablar: lo que haga falta"

Voluntarias de la Fundación Madrina preparan cajas con ayuda humanitaria para el segundo convoy que se dirige a Valencia, preparado por la Fundación Madrina, a 8 de noviembre de 2024, en Madrid (España). La Fundación Madrina se moviliza de nuevo con este
Voluntarias de la Fundación Madrina preparan cajas con ayuda humanitaria para el segundo convoy que se dirige a Valencia, preparado por la Fundación Madrina, a 8 de noviembre de 2024, en Madrid (España). La Fundación Madrina se moviliza de nuevo con este - Eduardo Parra - Europa Press

Sigue en directo las últimas noticias sobre la Dana

   "Es una herida súper profunda que les va a quedar. Y les vamos a acompañar y a sostener", relata otra de las voluntarias

   MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

   "Somos polivalentes. Si hay que limpiar, se limpia. Si hay que dar comida, se da comida. Recoger, hablar con las personas, lo que haga falta", explica a Europa Press Teresa, voluntaria madrileña de 36 años que este fin de semana se encuentra en Valencia para ayudar en todo lo que pueda a las personas damnificadas por el paso de la DANA la pasada semana.

   Este viernes, Teresa está junto a otras jóvenes, envolviendo con fuerza palés repletos del material que la Fundación Madrina ha conseguido recaudar y que distribuye entre los afectados de la catástrofe natural. "Ha sido mi hermana la que ha organizado todo, la cabeza pensante. Ella me dijo me voy y dije pues me apunto. Así de sencillo y hemos venido a colaborar con todo lo que se pueda", reconoce la mujer, madre y trabajadora en un comercio.

   En una entrevista concedida a Europa Press, antes de sumarse al convoy de la ONG que parte este 8 de noviembre a la zona afectada, Teresa afirma que "es la primera vez" que colabora con la Fundación y está "muy contenta". "A ver qué podemos aportar", apostilla la madrileña, que "desde chiquitita" ha hecho voluntariado, como desayunos solidarios o trabajo en residencias. "Ahora que soy mamá, hacía tiempo que no lo hacía y es una buena causa para retomar", confiesa.

   Cargando cajas de materia está Kevin, de 19 años. Este estudiante de grado medio en Electromecánica viaja también en el convoy de Fundación Madrina. "Vamos a ir a distintos pueblos a echar una mano en lo que haga falta", sostiene este joven voluntario, al que "las noticias sobre todo" son las que le han empujado a colaborar con esta causa solidaria.

   "No se muestra todo lo que es la realidad", asegura a Europa Press, al tiempo que cree que "está bien, de vez en cuando, hacer este tipo de cosas, porque uno se siente realizado con esto". "Quiero aportar mi granito de arena a la gente de Valencia", detalla Kevin, que con este viaje se estrena en labores de voluntariado.

   Para el joven, ayudar a los demás es "una forma distinta de ver la vida y valorar mucho más las cosas" que se tienen. Por eso, Kevin pide a la sociedad que "miren la situación" de Valencia "con mucho cuidado y delicadeza". "Y que se den cuenta de que tenemos mucha suerte de la situación en la que estamos", añade el voluntario.

   Bea también está ayudando a envolver los palés cuando para un minuto para atender a Europa Press. Esta joven está estudiando un doble máster, y se está habilitando para ser psicóloga, con especialidad en Terapia Familiar Sistémica. "Cuando sucedió todo", Bea decidió coger las cosas y marcharse a ayudar. "Durante la semana, es imposible pero el fin de semana contacté con otra gente y, al final, me necesitaban y aquí estoy", cuenta.

   Preguntada sobre las labores que va a desempeñar, la joven lo tiene claro: "Lo que me manden. Todo lo que sea ayudar y lo que necesite la gente de allí". Bea recuerda qué necesidades tiene la gente de allí en estos momentos: "A partir de las básicas, que son las primarias, yo creo que sobre todo que se sientan acompañados. Que sepan que no les vamos a dejar solos, que esto va a llevar mucho tiempo, pero que les vamos a estar acompañando y, en mi caso, sosteniéndoles lo que se puede emocionalmente".

   Pero Bea tiene un temor y es el olvido. "Siempre está el boom y luego como que se deja un poco de lado", avisa, para después añadir que "esto va a llevar mucho tiempo". Además, la joven voluntaria explica que ahora mismo los valencianos "están en supervivencia y en estado de shock" y que "hasta que no se vuelva un poco a la tranquilidad y a la normalidad" no habrá duelo. "Es una herida súper profunda que les va a quedar. Y les vamos a acompañar y a sostener", asegura Bea, que ya ha colaborado con la Fundación "más veces", como con los afectados por la guerra Ucrania.

   "Creo que no se puede vivir sin servir. O sea, que ponerse a servicio del otro, no solo ahora, sino en tu día a día, es fundamental. Y a mí me aporta, a mí me llena, pero sobre todo saber que estás mejorando y arrimando el hombro por gente que lo necesita", confiesa, para después pedir al resto de personas "que ayuden, que ayuden, pero siempre". Bea es parte del equipo de 25 personas, entre psicólogos, médicos y trabajadores sociales, y particulares que viajan a Valencia.

ORIENTAR E INFORMAR

   En este contexto, la responsable de Responsabilidad Social Corporativa y Voluntariado en Fundación Madrina, Carolina Brid, cuenta a Europa Press que la ONG está preparando una campaña y una jornada de unidad social y sanitaria para orientar e informar a todas estas familias que han sido afectadas por la DANA. "En estos momentos, necesitan material, pero sobre todo ayuda psicológica", señala Brid, que ha recogudo los testimonios de varios afectados a través de una serie de entrevistas.

   Han preparado un equipo de voluntarios, psicólogos y también trabajadores sociales, que van a crear una base de datos en Valencia para ayudar a las familias. "Lo que más temen estas familias en Valencia es que la moda pase y en uno o dos meses ya todo el mundo se olvide de ellos. Incluso uno de esos testimonios me dijo: 'mira lo que pasó en Canarias, que hubo también una catástrofe y han pasado dos años y muchas familias todavía están desahuciadas'", destaca.

   "Una familia, que ya es parte de Fundación Madrina en Valencia, nos dijo que tenía una hija que llevaba tres días sin dormir, que prácticamente se desplomó y por eso se durmió. También padres de familia, que obviamente en estos momentos están siendo fuerza por sus familiares, pero uno de ellos nos comentó que todas las noches se mete en el váter a llorar, que no sabe qué hacer", confiesa.

   Carolina Brid añade que "hay una incertidumbre muy grande" en Valencia y que "el pueblo está un poco alterado" y actúa "de una manera un poquito agresiva". "Están ahorita mismo en un estado de alerta. No saben qué va a pasar y es normal su actitud", explica la responsable de la ONG, que pide a los voluntarios "que tengan mucha paciencia, que tengan mucha prudencia", ante una situación de "muchísima gravedad".

   "Ahora que lo han perdido todo, lo que más estamos llevando son sanitarios y psicólogos. Vamos a poner carpas donde la gente pueda escuchar", apostilla el presidente de la Fundación Madrina, Conrado Giménez, que argumenta que "la gente está nerviosa" y "en modo supervivencia".

Leer más acerca de: