GINEBRA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
El activista sirio Radwan Ziadeh, del Centro de Estudios de Derechos Humanos de Damasco, aseguró este viernes ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas que más de 700 personas han muerto a manos de las fuerzas de seguridad de su país desde que comenzaron las manifestaciones antigubernamentales, "650 de las cuales eran menores de cuarenta años".
"Mientras yo me dirijo a ustedes en Ginebra, como sirio antes que nada y como activista de Derechos Humanos en segunda instancia, mis compatriotas sirios se están manifestando en la mayoría de las ciudades del país", afirmó Ziadeh ante los asistentes a la reunión de emergencia del Consejo, dedicada expresamente a Siria.
Las fuerzas de seguridad están utilizando "fuego real" contra los manifestantes, "lo cual ha causado la muerte de más de 700 personas, cientos de desaparecidos y miles de detenidos en riesgo de ser torturados", prosiguió.
Según Ziadeh, Siria sufre "uno de los regímenes más represivos de la región" y sus fuerzas de seguridad "son inmunes a cualquier rendición de cuentas". Por ello, prosiguió, los manifestantes "esperan que la comunidad internacional les ayude en su lucha pacífica y legítima".
"La comunidad internacional debe asumir la responsabilidad por las víctimas sirias que murieron por pedir la libertad", aseveró. "La libertad es la palabra más pronunciada estos días en Siria, pero también es la más peligrosa", ya que "ha costado la vida de más de 700 personas, 650 de las cuales eran menores de cuarenta años".
En todo caso, el activista --cuyo mensaje ante el Consejo ha sido difundido por la página de Internet de la Federación Internacional de Derechos Humanos-- advirtió de que la represión en Siria "no es una excepción".
En este sentido, recordó que "las víctimas bahreiníes y yemeníes siguen esperando la atención de la comunidad internacional y del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en particular". "El enfoque selectivo no puede ser una solución sostenible en ningún caso", concluyó.