Afirman que el galardón es "un insulto a los africanos"
MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un centenar de personalidades africanos, entre los que figuran los Premios Nobel Desmond Tutu y Wole Soyinka y numerosos intelectuales y activistas ecuatoguineanos, han reclamado este lunes la cancelación del Premio Internacional de UNESCO-Obiang Nguema Mbasogo para Investigación en Ciencias de la Vida, por considerar que "contradice la misión de la UNESCO" y supone "un insulto a los africanos" que trabajan por mejorar la realidad de sus países.
Los firmantes remitieron este lunes una carta abierta a la Junta Directiva de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y a la directora general del organismo, Irina Bokova, en la que califican de "encomiable" la decisión del pasado 15 de junio de aplazar la concesión del premio y en la que instan a la Junta Directiva a "eliminar permamentemente" el galardón durante la reunión que celebra este mes de octubre.
La existencia de este premio "contradice la misión de UNESCO y es un insulto a los africanos que trabajamos por mejorar la realidad de nuestros países", manifiestan los firmantes.
"La UNESCO define su misión y trabajo en términos de apoyo a la educación, ciencia y cultura, poniendo especial énfasis en promover 'el cumplimiento de los Derechos Humanos, el respeto mutuo y el alivio de la pobreza'", prosigue la carte. El balance del presidente Obiang, "que da nombre y financia el premio UNESCO-Obiang, contradice cada uno de esos legítimos objetivos", añade.
Los firmantes también expresan su preocupación por ciertas informaciones publicadas en los medios de comunicación según las cuales la UNESCO "está considerando transferir este premio a los auspicios de la Unión Africana". "Dar legitimidad a este premio, ya sea a través de UNESCO, la Unión Africana o cualquier otra entidad, perjudicaría de igual modo a la causa de prosperar en los Derechos Humanos en África", aseveran.
EL PETRÓLEO
"El Gobierno de Guinea Ecuatorial, el cuarto productor de petróleo de África subsahariana y con el PIB per cápita más alto del continente, dispone de los recursos para mejorar las vidas de su gente, incluyendo el cumplimiento de los objetivos de desarrollo y reducción de muerte maternal e infantil impuestos por Naciones Unidas y la Unión Africana", afirman los firmantes de la carta.
"Sin embargo, de acuerdo con las estadísticas del mismo Gobierno de Guinea Ecuatorial, más del 75 por ciento de su población vive en extrema pobreza", prosiguen. "Niveles básicos de educación y cuidado médico siguen siendo realidades lejanas para la mayoría de los ciudadanos del país", aseguran.
"Guinea Ecuatorial tiene la tasa de mortalidad infantil más alta del mundo y los datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo muestran que el gasto en educación durante el periodo 2002-2007, relativo al gasto gubernamental, fue uno de los más bajos del mundo", añaden.
Además, prosiguen, "la desigualdad de género en cuanto al acceso a la educación sigue siendo un gran problema en el país, como enfatizaron varias naciones Africanas durante el Examen Periódico Universal de Guinea Ecuatorial por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que tuvo lugar en Ginebra en diciembre 2009".
"Finalmente, cabe recalcar que mientras que el premio UNESCO-Obiang fue establecido para destacar las investigaciones en las ciencias de la vida que puedan conducir a la mejora de la calidad de la vida humana, actualmente no hay centros de investigación científica en Guinea Ecuatorial", por lo cual "ninguno de sus ciudadanos" podría optar a este premio, aseguran las personalidades firmantes.
"Claramente, el Gobierno de Guinea Ecuatorial no está invirtiendo los réditos del petróleo para sacar a su población de la pobreza y del desamparo", denuncian. En opinión de los firmantes, "la malversación de recursos que deberían beneficiar a los guineoecuatorianos para financiar un premio en honor del presidente Obiang, contradice los objetivos de mejora de la dignidad humana, objetivo que es básico y que afianza el cometido de la UNESCO y la Unión Africana".
DERECHOS ECONÓMICOS Y LIBERTADES
Aparte, los firmantes llaman la atención sobre "el total desprecio por los derechos económicos y sociales básicos en Guinea Ecuatorial" y denuncian que las libertades fundamentales, incluyendo la libertad de expresión y asociación, la prohibición de la tortura y la detención arbitraria, y el derecho a un juicio justo, "son violados abiertamente y con impunidad".
"El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Utilización de Mercenarios, por ejemplo, condenó con firmeza la ejecución de cuatro guineoecuatorianos el 21 de agosto de 2010, señalando que la ejecución se llevó a cabo tras un 'juicio sumario militar absolutamente carente del debido proceso legal' y que 'la sentencia se llevó a cabo el mismo día de que fuera dictada, denegando toda posibilidad de apelación a los enjuiciados'", se lee en la catta.
"Según Amnistía Internacional, los cuatro hombres habían sido secuestrados en Benin, donde vivían como refugiados, y habían sido sujetos a tortura durante meses de detención secreta antes de ser llevados a juicio", prosiguen los firmantes.
"Creemos que el liderazgo para resolver los problemas africanos debe venir de los propios africanos, apoyados por otros ciudadanos del mundo", aseguran. "Los líderes africanos tienen la responsabilidad primordial de mejorar el nivel de dignidad humana para los millones de habitantes del continente", manifiestan las personalidades africanas firmantes de la carta.
LOS FIRMANTES
Aparte del arzobispo y activista antirracista sudafricano Desmond Tutu y del escritor nigeriano Wole Soyinka, entre los firmantes figuran la histórica militante sudafricana Graça Machel, numerosos activistas, periodistas e intelectuales de numerosos países africanos y un amplio elenco de ecuatoguineanos, tanto exiliados como residentes en Guinea Ecuatorial.
Entre los ecuatoguineanos destacan el profesor Celestino Okenve, el periodista y político Aquilino Nguema Ona, el escritor y periodista Donato Ndongo Bidyogo, el escritor y periodista Francisco Zamora, el profesor y escritor Justo Bolekia, el escritor Juan Tomás Ávila, el médico Eduardo Erimo, el sociólogo Humberto Riochi, el periodista Pedro Nolasco Obama, el médico y dirigente de Convergencia para la Democracia Social (CPDS) Wencescelao Mansogo, el histórico opositor y abogado Rafael Evita, el presidente del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el Exilio, Severo Moto, y el abogado Tutu Alicante, director de la organización EG Justice y uno de los artífices de la iniciativa.