Programa de cooperación en Haití. - ENTECULTURAS
MADRID, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
Entreculturas y Alboan han puesto en evidencia, coincidiendo con el Día del Cooperante que se celebra cada 8 de septiembre, el incumplimiento de los derechos de este colectivo que califican de "parcial y limitado a lo que puedan hacer las organizaciones de cooperación. "Los derechos de las personas voluntarias pasan a ser deberes de las organizaciones, sin contar con el respaldo de las administraciones", ha afirmado el director de Personas y Organización de Entreculturas, David Alonso.
Entreculturas y Alboan quieren reconocer la labor del voluntariado internacional en la promoción de los objetivos de la cooperación y su contribución en el alcance de la Agenda 2030. Estas dos organizaciones cuentan con 29 años de experiencia con programas de voluntariado internacional de larga duración como VOLPA, en el que desde sus inicios en 1991 más de 1.000 personas han participado como voluntarias en proyectos de cooperación al desarrollo con las instituciones socias de ambas ONGD españolas en contextos de alta vulnerabilidad.
Para Entreculturas, el voluntariado internacional transforma la vida de las personas, ya que cambia prioridades, valores y maneras de relacionarse; permite entender las dinámicas globales y profundizar en las causas de la desigualdad; vincula a personas de distintos lugares, realidades y culturas; elimina prejuicios y ayuda a descubrir la riqueza de la diversidad; permite compartir habilidades, conocimientos e instrumentos en los lugares y organizaciones que acogen al voluntariado desde la cercanía y la confianza mutua y convierte a la persona en un agente transformador para toda la vida.
Desde este aporte del voluntariado internacional a la agenda de desarrollo, Entrecultura y Alboán ha invitado a la sociedad civil y a las administraciones públicas a "visibilizar y fomentar programas de voluntariado internacional realizados con calidad y calidez".
Desde Entreculturas y Alboan creen que para que esto se dé es necesario que el voluntariado internacional tenga una regulación específica dentro del marco de la cooperación para el desarrollo reconociendo esta realidad propia y que permita salir del limbo legal en la que se encuentra.
Según las organizaciones, un papel clave en esto lo tiene la Agencia Española de Cooperación (AECID) y las agencias autonómicas. "Es fundamental que reconozcan este voluntariado como instrumento de la cooperación que realizan".
Asimismo, proponen a la AECID que pueda concertar un seguro colectivo en favor de las personas voluntarias de cooperación al desarrollo, al que pueden adherirse las organizaciones, asumiendo éstas una parte del coste pero no su totalidad.
Asimismo, reclaman un convenio especial para las personas voluntarias al servicio de la cooperación internacional de larga duración y que este convenio especial garantice no solamente prestaciones contributivas de jubilación, incapacidad permanente, muerte o supervivencia, sino también las prestaciones de incapacidad temporal, maternidad y desempleo.
Otra de la peticiones es un registro de las personas que realizan el voluntariado internacional por parte de la AECID, en coordinación con las agencias autonómicas, que pueda conocer en cada momento que la ciudadanía española está en esta modalidad aportando en las claves mencionadas en países de intervención de la cooperación española.