Publicado 05/02/2019 12:38

Manos Unidas denuncia la "brutal" cifra de 821 millones de seres humanos que pasan hambre en el mundo

Pintada "El hambre es un crimen" en un muro
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MADRID 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de Manos Unidas, Clara Pardo, ha denunciado la "brutal" cifra de "821 millones de seres humanos" que siguen pasando hambre en el mundo, lo que representa la "suma total de la población de Estados Unidos y Europa juntos", y el "segundo año consecutivo que esta cifra crece".

Así lo ha puesto de manifiesto Pardo durante su intervención en el acto de conmemoración del 60 aniversario de la organización y la presentación de la campaña 'Creemos en la Igualdad y en la dignidad de las personas', que ha tenido lugar este martes 5 de febrero en la Asociación de la Prensa de Madrid (APM).

"El dato es tan enorme, es tan brutal que podría pasar a ser parte de una fría estadística si no fuera porque detrás de esa cifra hay personas, hay 821 millones de personas que viven, sueñan, sufren como cualquiera de nosotros", ha manifestado la presidenta de Manos Unidas, que en este primer año del trienio 'Promoviendo los Derechos con Hechos' (2019-2021) se centrará en la denuncia de la situación de la mujer.

En su intervención, la presidenta de la ONG ha destacado que "la igualdad de género no es un invento de hoy en día" sino que "lleva ya muchos años reivindicándose". "Sin embargo, esos derechos a los que con tanta frecuencia se alude, no siempre son reconocidos y muchas veces son papel mojado en muchos países", ha remarcado.

Según ha lamentado Pardo, en el año 2019, "desgraciadamente todavía millones de mujeres de todo el mundo siguen siendo víctimas de discriminaciones por numerosos motivos: leyes y políticas que impiden el acceso a la tierra, a la propiedad y la vivienda, en condiciones de igualdad".

"Por las políticas económicas y sociales que hacen a las mujeres más vulnerables a la pobreza y sus consecuencias como la trata, la esclavitud, el matrimonio forzado. Por la discriminación en la toma de decisiones en la familia, en la comunidad y en la sociedad. Por la marginación que sufren en sus propias comunidades a la hora de defender y reclamar sus derechos. Porque su lucha tantas veces se considera una amenaza para los 'valores' culturales, religiosos o de honor", ha aumentado.

En este sentido, la presidenta de Manos Unidas ha asegurado que la ONG va a trabajar "especialmente" este año por las mujeres que "no son ni independientes, por las que no se sienten seguras y por aquellas cuya voz ni se oye, por mucho que griten".

BALANCE DE LA ÚLTIMA DÉCADA

Por otro lado, Clara Pardo ha recordado que en la última década la ONG ha apoyado a cerca de 2.500 proyectos, por importe de 122 millones de euros, que han permitido acceder a la formación a casi 2,5 millones de niños y niñas y de hombres y mujeres; y ha destinado 113 millones de euros a la puesta en marcha de 1.100 proyectos de carácter agropecuario, tendentes a garantizar la alimentación a más de 2,6 millones de personas, entre otras acciones.

Junto a la presidenta de Manos Unidas, han participado en el acto la misionera leonesa y directora ejecutiva de la Fundación Maquita Cushunchic, María Jesús Pérez; y Martha Beatriz Roldán, una joven indígena ecuatoriana que pertenece a una familia marcada por el machismo y la exclusión.

De este modo, la misionera leonesa, que lleva 35 años en Ecuador, ha advertido de que las mujeres son víctimas de una doble marginación, por el hecho de serlo, y de "una triple" si son indígenas o negras. Además, ha explicado la labor que desempeña su organización con 450 organizaciones campesinas asociadas y presente en 18 provincias de Ecuador, especializada en empoderamiento de la mujer, Economía Social y Solidaria y Comercio Justo como modo de luchar contra el hambre, la desigualdad y las injusticias.

Por su parte, Martha Beatriz Roldán ha destacado su realidad e identidad indígena quichua y ha explicado cómo la zona conocida como el 'Desierto de Palmira' donde sólo había dunas, es en la actualidad un vergel gracias al trabajo de Manos Unidas y Maquita, también con apoyo de la Cooperación Española.

"Aunque ahora soy una líder indígena en mi comunidad, mis orígenes son de esclavitud por la situación que vivía mi familia con los terratenientes", ha destacado Martha, para después agregar que ahora las mujeres, gracias al trabajo que realizan con el apoyo de Manos Unidas y Maquita, tienen voz, participan y son dueñas de su futuro, en un entorno en el que antes prácticamente no existían.

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