Archivo - Una niña porta una bandeja con alimentos sobre la cabeza en Cotonou (Benín) - EUROPA PRESS - Archivo
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
La ONG de la Iglesia católica Manos Unidas ha denunciado el "genocidio" que supone que 3,5 millones de personas mueran de hambre cada año en el mundo, y ha tachado de "perverso" que el incremento de la riqueza no llegue a todos los seres humanos por igual.
"Cuando preparaba estas palabras, se cumplían 78 años de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, una fecha que recuerda, con el Día Internacional de conmemoración del Holocausto, uno de los episodios más vergonzosos de la historia de la humanidad. Y mientras veía las noticias me preguntaba si algún día la humanidad se avergonzaría del genocidio que supone que cada año mueran de hambre más de 3,5 millones de personas", ha manifestado la presidenta de Manos Unidas, Cecilia Pilar.
En una rueda de prensa para presentar la campaña de Manos Unidas 'Frenar la desigualdad está en tus manos', la presidenta de la ONG ha advertido de que la desigualdad sigue creciendo en el mundo, aumentando la brecha entre ricos y pobres.
"La riqueza no deja de crecer, sigue aumentando, y no entiende de pandemias ni de crisis --según Forbes la riqueza creció un 9,8% en 2021--", ha señalado. Si bien, ha precisado que este aumento de la riqueza "no es malo en sí" mismo sino que "lo malo, lo perverso y lo terrible es que ese incremento no se refleja de la misma manera en todos los seres humanos".
Según ha recordado la ONG, 1.300 millones de personas sufren pobreza multidimensional en el mundo, casi 700 millones viven en pobreza extrema y 828 millones pasan hambre. "¿Cómo podemos permitir que cada nueve segundos muera una persona de hambre?", se ha preguntado Pilar.
Preguntada por el terremoto en Turquía y Siria, la presidenta de Manos Unidas ha avanzado que ya se han puesto en contacto con sus socios locales en Siria, los maristas azules, y están pendientes para prestarles la ayuda que puedan necesitar. Según les han trasladado, hay 1,5 millones de personas en la calle, se han derruido muchas casas y tienen refugiadas en sus instalaciones a unas 500 personas.
Durante la presentación de la campaña, también se han puesto de manifiesto las desigualdades que sufren las poblaciones de otros países como Brasil o Angola.
PROYECTOS MONSTRUOS EN BRASIL
El misionero Dário Bossi, que lleva casi 20 años en Brasil, y se dedica a apoyar la causa de las comunidades y territorios afectados por el extractivismo y la minería, ha denunciado los "proyectos monstruos" que se están poniendo en marcha en la zona como "la mayor mina a cielo abierto del mundo, en el corazón de la Amazonía, la hidroeléctrica Belo Monte o la amenaza de proyecto Belo Sun para extracción de oro".
A esto se suman los "crímenes ambientales" y las "amenazas de muerte" a los líderes de esas tierras que denuncian las violaciones de derechos, según ha explicado Bossi, que ha pedido "solidaridad" no solo financiera sino de "fraternidad" entre comunidades para "poner límite a la violencia del poder económico extractivista".
Por su parte, la misionera laica Virginia Alfaro, lleva a cabo su misión en la ciudad de Lobito, en Angola, desde hace siete años. Allí coordina un programa que pretende reducir la exclusión social, promoviendo el acceso a derechos básicos a la infancia y a las mujeres.
Según ha alertado, en Angola, el 22% de los niñas y niñas en edad escolar están fuera del sistema educativo primario. Además, ha advertido de que existe una brecha de género, especialmente, en la llegada a la educación secundaria, donde se registra un gran abandono escolar femenino.
Además, la misionera ha explicado que otro de los problemas que afectan al país es la malaria, la causa principal de muertes en Angola; y ha señalado que la solución pasa por atacar al transmisor, el mosquito, que se alimenta en un medio con todas las condiciones para la proliferación masiva: basura, aguas estancadas y residuales, y saneamiento básico precario. Por ello, ha apostado por políticas públicas que mejoren las condiciones de salud y garanticen el acceso a medicamentos.
Preguntada por la visita de los Reyes de España a Angola, Alfaro ha indicado que le causa un doble interés como española y como misionera en Angola, y espera "que esta visita abra caminos de cooperación en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)".