Actualizado 13/02/2013 18:03

Al menos 28 periodistas de radio cumplen prisión en todo el mundo y 18 han sido asesinados en el último año, según RsF

Mapa mundial de la libertad de prensa
RSF

MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

Al menos 28 periodistas de radio cumplen prisión en todo el mundo y otros 18 han sido asesinados desde enero de 2012, según ha recordado Reporteros sin Fronteras (RsF) coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Radio. También ha recordado a las emisoras que han sufrido ataques y que se encuentran en el punto de mira como Radio Shabelle, en Somalia; las radios comunitarias, en el norte de Malí o en América Latina; o las emisoras de Filipinas.

"El Día Mundial de la Radio ofrece la oportunidad de recordar que los medios de comunicación tradicionales siguen teniendo un papel informativo crucial para numerosas poblaciones en el mundo, en especial en zonas rurales o recónditas", ha señalado el secretario general de la organización, Christophe Deloire.

Los periodistas de radio, "con frecuencia desempeñan este trabajo bajo terribles condiciones de inseguridad y a veces lo pagan con su libertad, o su vida", ha agregado Deloire. Los países donde hay periodistas encarcelados son: Eritrea (21), Somalia (1), Argentina (1), Uzbekistán (1), Turquía (1), Burundi (1), Camboya (1) y Vietnam (1).

Desde el 1 de enero de 2012 se han registrado asesinatos de profesionales o colaboradores de radio en Somalia (9), Filipinas (4), Paquistán (1), Paraguay (1), Brasil (1), República Centroafricana (1) y Tanzania (1). En otros países, como Honduras y Afganistán, también han sido asesinados periodistas, aunque todavía no esté probada la relación se sus asesinatos con el ejercicio de la profesión periodística.

En el continente africano, donde la tradición oral y las posibilidades técnicas permiten a la radio gozar aún de un gran impacto entre la población, se dan el mayor número de ataques y violaciones contra los profesionales de este medio de comunicación y sus colaboradores, según RsF.

En América Latina, las radios comunitarias son "blanco de persecuciones frecuentes" y además se enfrentan a legislaciones que les niegan el acceso a una frecuencia regulada o "les criminalizan por tener una". Así, en Brasil, sólo 4.600 emisoras cuentan oficialmente con un espacio de difusión. Lo mismo sucede en la región militarizada de Aguán, en Honduras, donde los locutores de las radios campesinas a menudo pagan con su vida la represión conjunta del ejército y de las milicias privadas.

Distinto es el caso del mundo árabe, donde se encuentran situaciones muy dispares. Si bien Irán no cuenta con ninguna radio privada, su vecino Afganistán goza en cambio de un vasto paisaje radiofónico, con más de 150 radios privadas. En este país las emisoras se enfrentan a dos amenazas principales: la censura (gubernamental o de los dirigentes locales) y los ataques violentos de los talibanes, que, en 2012, saquearon por lo menos dos estaciones de radio.

Aunque la diversidad de las radios, sobre todo locales, contribuye plenamente a conservar el pluralismo mediático en países como Turquía, Rusia, Georgia y Kirguistán, los gobiernos más autoritarios de Europa del Este y Asia Central intentan controlar a este sector, que, junto con la televisión, es uno de los más vigilados. En Turkmenistán, por ejemplo, no existe el más mínimo rastro de debate político o social. Todas las emisoras están bajo el poder del Estado, y tampoco se escuchan críticas en las ondas azerbaiyanas, uzbekas o kazacas.

Sin embargo, radios como Echos de Moscú, Radio Free Europe / Radio Liberty o la BBC, ubicadas en el extranjero, que transmiten sobre todo por Internet, juegan un rol esencial para romper el bloqueo informativo impuesto en esos países. Los servicios en lengua local de estas dos últimas (algunos de ellos amenazados con el cierre) ofrecen una rara perspectiva de empleo a los periodistas independientes bielorrusos, azerbaiyanos, turkmenos o uzbecos.

Los riesgos son considerables. Lo demuestran la muerte bajo tortura de Ogulsapar Muradova, en 2006, en Turkmenistán, el encarcelamiento de su colega Dovletmyrat Yazguliyev, en 2011, o las maniobras calumniosas de las que fue víctima Khadija Ismailova, en Azerbaiyán, según recuerda RsF.

LA RADIO FRENTE A INTERNET

Pese a la expansión de Internet y el importante papel que ha demostrado en movimiento como la primavera árabe, RsF subraya que las poblaciones rurales de numerosos países asiáticos dependen aún de la radio para tener acceso a una información independiente, a un alto precio por parte de los informadores. En Filipinas en 2012 al menos cuatro periodistas de radio fueron asesinados: Julius Caesar Cauzo, de DWJJ Radio; Rommel "Jojo" Palma, de dxMC; Nestor Libaton, de Radio dxHM, y Aldion Layao, de Super Radyo-dxRP.

En Camboya --donde la prensa escrita y audiovisual está muy controlada por el régimen-- Mam Sonando, propietario de la radio independiente Beehive, era uno de los raros comentaristas políticos que podían expresarse libremente, hasta que fue detenido y condenado por el Tribunal de Phnom Penh, el 1 de octubre de 2012, a 20 años de prisión. Reporteros Sin Fronteras y el Centro Camboyano de Medios de Comunicación Independientes (CCIM) piden que sea puesto en libertad de manera inmediata e incondicional.