RANGÚN, 24 Sep. (Reuters/EP) -
La premio Nobel de la Paz birmana Aung San Suu Kyi podrá votar en las elecciones que celebrará su país el próximo mes de noviembre, según ha afirmado este viernes una fuente de la comisión electoral, a pesar de que los prisioneros tienen prohibido ejercer este derecho.
Suu Kyi aconsejó el mes pasado a los miembros de su ya extinta Liga Nacional para la Democracia (LND) que no votaran en las elecciones, las primeras desde que en 1990 se celebraran las últimas, que ganó el partido de Suu Kyi a pesar de que la Junta Militar que gobierna el país rechazó reconocer el resultado.
Grupos pro Derechos Humanos han asegurado que las elecciones son una farsa diseñada para fortalecer el poder militar en este aislado país surasiático. La LND fue disuelta el pasado 14 de septiembre después de no registrarse para presentarse a los comicios debido a las leyes "injustas" y al rechazo del régimen de liberar a los detenidos políticos.
Un miembro de la oficina de la comisión electoral en el municipio de Bahan, el de Suu Kyi, que pidió permanecer en el anonimato, confirmó que el nombre de la Nobel de la Paz estaba en el registro electoral para las elecciones del 7 de noviembre, que su partido político intenta boicotear.
Se asume desde hace tiempo que a Suu Kyi se le prohibiría participar dado que la Constitución de Birmania del año 2008 establece que "las personas que cumplen una pena" tienen prohibido votar o presentarse como candidatos. Ahora está cumpliendo una pena de 18 meses bajo arresto domiciliario y está previsto que sea liberada una semana después de las elecciones.
El abogado de Suu Kyi y portavoz de la LND, Nyan Win, aseguró que está desconcertado por esta inclusión. "Es equivalente a decir que no es una prisionera", aseguró.
La comunidad internacional ha realizado numerosas peticiones para que se celebren unos comicios libres, justos e inclusivos, así como la liberación de Suu Kyi y otros 2.200 prisioneros políticos.
El grupo Amnistía Internacional (AI) pidió ayer a la Junta Militar que libere a los activistas encarcelados por ejercitar su derecho de libre expresión, asamblea y asociación. "Cuesta creer que el Gobierno intente pulir sus credenciales democráticas mediante la celebración de elecciones mientras tiene también a más de 2.200 prisioneros políticos", ha asegurado el grupo.