MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Save The Children ha alertado de la situación de millones de niños y niñas en Sudán que se ven privados de tratamientos vitales ya que los grupos armados ocupan instalaciones sanitarias y saquean los suministros.
Según explica la ONG, en un incidente ocurrido a principios de esta semana, ocho personas que recibían oxígeno en un centro sanitario de Jartum apoyado por Save the Children fueron expulsadas por grupos armados que utilizaban el centro como base. Según la organización humanitaria, los pacientes consiguieron ponerse a salvo en otros hospitales.
En otro incidente ocurrido el fin de semana en Geneina, Darfur Occidental, tres centros de atención primaria de salud para desplazados internos, también apoyados por Save the Children, fueron saqueados y vaciados de suministros.
Las nuevas cifras de la ONU publicadas este miércoles muestran que el número de personas necesitadas en Sudán es ahora de 24,7 millones, lo que supone un aumento del 57% respecto a la cifra prevista de 15,8 millones a finales del año pasado. Esto significa que más de la mitad de la población total de 46 millones de personas necesita ahora ayuda humanitaria.
Según señala Save The Children, las necesidades se han "disparado" desde el estallido de la violencia hace poco más de un mes, que ha causado la muerte de al menos 700 civiles, entre ellos 190 niños y niñas, ha herido a más de 5.200 y ha obligado a más de un millón de personas a abandonar sus hogares.
Además, la ONG precisa que la asistencia sanitaria en todo el país está "al borde del colapso", ya que menos del 20% de los centros de salud del estado de Jartum siguen funcionando y el 60% no funcionan en absoluto. Los médicos que colaboran con Save the Children afirman que los pacientes llegan tras largos viajes y se encuentran con que no tienen ni siquiera el paracetamol básico.
"Todo está parado. No hay transporte para los heridos, porque todos los sistemas sanitarios locales están completamente destruidos. Todos los hospitales y centros de salud han sido quemados o saqueados. En Geneina no funciona ningún centro de salud. Las personas con enfermedades crónicas, como la diabetes, no pueden recibir ningún tratamiento", ha explicado un miembro del personal de Save the Children, Ibrahim, que trabaja en Darfur Occidental.
Save the Children ha puesto en marcha una respuesta de emergencia de apoyo a las personas desplazadas en el estado de Gezira, y tiene previsto aumentarla en las próximas semanas, pero las necesidades siguen aumentando.
Según la ONG, alrededor de 3 millones de niños y niñas menores de cinco años están afectados por la desnutrición, y Sudán registra la tasa de desnutrición más alta del mundo. Incluso antes de que estallaran los combates el mes pasado, Sudán tenía una de las peores tasas de desnutrición infantil del mundo, con unos 610.000 niños y niñas con desnutrición aguda grave.
Tal y como indica el director nacional de Save the Children en Sudán, Arif Noor, "el conflicto perjudica al mundo entero de un niño, y estas nuevas cifras muestran lo rápido que ha empeorado la situación en Sudán en el espacio de tan sólo un mes".
"El país ya sufría una de las peores crisis humanitarias del mundo, con tasas de desnutrición y hambre por las nubes. Cuando estalla un conflicto y destruye lo que los niños y niñas tienen de salvavidas --instalaciones sanitarias, suministros de alimentos y reservas de tratamientos contra la desnutrición--, entonces, realmente, ¿qué oportunidades tienen en la vida?", se pregunta.
Por ello, ha pedido "poner fin de inmediato a la destrucción de las instalaciones sanitarias en las que se dispensan tratamientos que salvan vidas", un "cese inmediato de las hostilidades", y ha reclamado a la comunidad internacional que "dé un paso adelante y responda a las graves necesidades expuestas hoy en el Plan de Respuesta Humanitaria de la ONU".