Publicado 07/08/2024 11:13

Tres campos de fútbol para dar alimento y educación a más de 30.000 desplazados de RD Congo

Asentamiento organizado por Misiones Salesianas en Goma (RD Congo).
Asentamiento organizado por Misiones Salesianas en Goma (RD Congo). - MISIONES SALESIANAS


MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los misioneros salesianos acogen a más de 30.000 personas desplazadas, unas 4.500 familias, en una extensión de tres campos de fútbol en el centro Don Bosco Ngangi, en Goma, en República Democrática del Congo, un país que sufre ya más de 30 años de guerra, con siete millones de desplazados y 25,4 millones de personas que necesitan ayuda urgente.

"Vivimos una guerra atípica y es imposible pensar en un final a corto plazo. Las luchas de poder y por el control de las materias primas, como el coltán, obligan a la población a dejar sus hogares por la violencia", ha explicado el misionero salesiano Domingo de la Hera, que lleva más de 45 años en RD Congo.

Según recuerdan los salesianos, el país sufre ya más de 30 años de combates en los que participan más de 122 grupos rebeldes que luchan por el control de los minerales, ya que RD Congo tiene el 80% de las reservas mundiales de coltán, tan necesario para las baterías de dispositivos y coches eléctricos.

"Las personas llegan a Goma prácticamente con lo puesto, se instalan donde pueden porque la mayoría de asentamientos de desplazados están desbordados y sobreviven con lo que le entregan las ONG y las organizaciones religiosas", explican los misioneros salesianos. En los dos últimos años, con el último rebrote de violencia, más de un millón y medio de personas han tenido que huir de sus hogares.

En Don Bosco Ngangi, en Goma, los misioneros salesianos acogen a más de 4.500 familias. "Están instaladas en una extensión de tres campos de fútbol. En tiendas de campaña improvisadas con ramas y plásticos. Son más de 30.000 personas, la mayoría mujeres, niños y niñas", relata De la Hera.

Los misioneros tuvieron que organizar el asentamiento para que hubiera un registro, acceso al saneamiento y al agua potable y también para el reparto de alimentos y bienes de primera necesidad. "Nuestro dispensario se hace cargo de los primeros auxilios y de los medicamentos", explica el misionero. "Los casos de mayor gravedad son llevados al hospital de la ciudad, porque hay un índice de mortalidad superior al de la población normal", añade.

Además, cuenta que realizan distribución de alimentos. "Tenemos un plan semanal en el que por grupos de 500 personas reciben un paquete con aceite, harina. Nos ocupamos sobre todo de los más vulnerables y de muchas madres con menores a su cargo", puntualiza, al tiempo que recuerda que en RD Congo más de 2,8 millones de menores sufren desnutrición aguda.

A pesar del conflicto, los misioneros mantienen con normalidad el funcionamiento del centro Don Bosco donde más de 2.000 chicos y chicas reciben formación profesional y donde los menores desplazados pueden ir a la escuela. "Tenemos ese compromiso, de dar educación a estos niños y niñas y que puedan tener un futuro lleno de esperanza", destacan.

Además, los misioneros salesianos atienden el asentamiento de desplazados en Kanyaruchinya con más de 75.000 personas. "La vida en estos asentamientos improvisados por la emergencia es difícil y se mezclan el desconcierto de los adultos con el empeño y la actividad incansable, sobre todo de las mujeres, para sobrevivir, mientras los menores, con su inocente alegría y normalidad, parecen estar al margen de la realidad", comenta De la Hera.

Ante esta situación, desde Misiones Salesianas exigen a las partes implicadas y a la comunidad internacional "que trabajen para conseguir una paz duradera".