CEUTA/MADRID 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
El grupo de veinte inmigrantes en situación irregular procedentes de la India que a finales del año pasado aceptó regresar al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta tras pasar varios meses viviendo en los montes que lo rodean, se plantea ahora regresar a sus campamentos improvisados para reivindicar el traslado a la Península y evitar una deportación inminente, después de que la semana pasada una delegación diplomática visitase las instalaciones para proceder a su identificación.
Según han explicado en declaraciones a Europa Press desde una de las ONG que siguen el caso de este colectivo de cerca, la Asociación Elin, estas veinte personas volvieron al CETI después de que la dirección les comunicase que si dejaban el monte "podrían ser trasladados a la Península en cupos de vulnerabilidad, junto a mujeres embarazadas, familias y otros inmigrantes con más de tres años de residencia en el centro".
El grupo está integrado por 20 varones con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, lleva una media de "cuatro años" en la ciudad autónoma y está formado por los últimos nacionales indios que quedan en ella después de que en 2009, más de medio centenar huyese al monte para evitar la deportación y reivindicar el traslado.
De aquellas 54 personas, las administración trasladó a la Península a una treintena durante el primer semestre del año pasado en grupos reducidos. Sin embargo, con los veinte ciudadanos indios restantes existen "problemas administrativos" que, según han detallado fuentes policiales a Europa Press, impiden que les sea aplicada la misma fórmula.
"Los de la embajada les han entrevistado y ahora están muertos de miedo e incluso se plantean volver a echarse al monte porque cualquier madrugada les podrían deportar", explica un voluntario de la asociación Elin, Iván Carmona, quien asegura que "la mayoría" de ellos tienen ofertas de trabajo en firme porque se han convertido en "personas muy queridas" en Ceuta, aunque "como no se les ha permitido empadronarse, no pueden acceder a un permiso de residencia y trabajo".
El colectivo afectado pide el traslado a la Península y que se les conceda una regularización por arraigo, ya que llevan "más de tres años" en España y están en disposición de aceptar las ofertas de trabajo de que disponen, con las que cumplirían los requisitos que establece la legislación para quedarse en el país.