Geólogo del IGME apuesta por analizar los riesgos de terremotos según escenarios sísmicos para mejorar la prevención
MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El área geológica afectada por el terremoto de 7,8 grados de magnitud a 10 kilómetros de profundidad ha producido una ruptura de la superficie de unos 140 kilómetros por un corte de plano de unos 100 kilómetros, lo que en total, implica que el área de plano de la falla afectada es de 14.000 kilómetros cuadrados, según experto en geología de terremotos.
Así, el científico titular del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) Miguel Ángel Rodríguez Pascua ha explicado a Europa Press que la falla que ha producido el terremoto en la cordillera del Himalaya, es de tipo inverso, lo que significa que su desplazamiento se produce de tal manera que una placa se monta sobre otra, unos pocos metros como consecuencia del terremoto, pero en el movimiento se libera una cantidad de energía "enorme" ya que debe luchar contra la gravedad para que un bloque suba sobre otro.
Sin embargo, Rodríguez Pascua ha explicado que este tipo de fallas son las conocidas entre a nivel geológico como los "bad boys" de la paleosismología porque tienen una baja inclinación del plano de falla respecto a la horizontal y su topografía es muy difícil de ver en la superficie. En este caso, la falla tenía una inclinación de 11 grados de buzamiento, es decir un ángulo bajo.
De todas formas, cree que hasta que los expertos no se desplacen al epicentro del terremoto no se conocerán los efectos superficiales del terremoto la placa. Sin embargo, debido a la poca inclinación de la falla, ha añadido que se necesita mucho tiempo para que se llegue a liberar la energía y, por ello, cuando lo hace, libera una gran cantidad.
Aunque el terremoto se ha producido dentro de la cordillera del Himalaya, ha indicado que la zona más activa a nivel sísmico son las líneas que delimitan las montañas, al sur de Katmandú, donde se ubican los frentes de cabalgamiento más jóvenes y, por tanto, más susceptibles de generar terremotos en la actualidad.
"Este ha sido uno de los terremotos más importantes en la historia de Kamandú", ha comentado el geólogo que ha añadido que se están produciendo réplicas de magnitud elevada, de hasta 6,7 grados y que se están registrando hacia el este. "Ahora toca un periodo de reajustes", ha indicado, al tiempo que ha recordado el seísmo que afectó a la misma zona el 15 de enero 1934, que dejó un balance de 18.000 muertos en India y Nepal.
Otros de los riesgos que puede conllevar aparejado un seísmo de gran magnitud son los desplazamientos de rocas, que pueden acumularse y producir obturaciones en valles fluviales y formar presas que pueden llegar a romperse y provocar corrimientos de tierras e inundaciones. En este sentido, ha recordado que cuando se produjo el terremoto de XiChuan (China) hubo deslizamientos y las autoridades tuvieron que volar estas acumulaciones de roca para evitar avenidas bruscas.
Por ello, el científico cree que este hecho debe ser tenido en cuenta para eliminar estas posibles avenidas bruscas de agua y evitar un problema mayor.
Sobre las posibilidades de encontrar gente viva bajo los escombros, aunque no es su ámbito de especialidad, ha comentado que se han dado casos de encontrar personas vivas incluso 10 o 12 días después del seísmo. "Aún se puede encontrar gente viva", ha deseado.
ESPAÑA
Para Rodríguez Pascua la situación geotectónica en España no es la misma que la de la zona afectada ya que, para empezar, no hay una cordillera como la del Himalaya por lo que ha dicho que "no es comparable" con lo acontecido allí aunque en la Península hay fallas activas que pueden generar terremotos.
En este sentido, ha manifestado que la prevención y conocer las medidas de autoprotección como cumplir la norma sismorresistente es "lo que más vidas salva". "Sabemos dónde y cómo de grandes pueden llegar a ser los terremotos, pero no se sabe cuándo se producirán. Por tanto, se puede prevenir", ha subrayado.
En este contexto, ha abogado por empezar a diseñar mapas de riesgo que se basen en escenarios sísmicos que estudien las consecuencias que puede tener un terremoto que acontezca en unas circunstancias o con unas características concretas.
Rodríguez Pascua ha añadido que en este ámbito están trabajando la Unión Internacional para la Investigación del Cuaternario (INQUA, por sus siglas en inglés) en la que participa la Asociación Española para el Estudio del Cuaternario (AEQUA) cuyo objetivo es mejorar los escenarios sísmicos para mejorar la seguridad.
A su juicio, estos trabajos científicos deben ser tenidos por las autoridades a la hora de diseñar la peligrosidad de infraestructuras, por ejemplo, como las centrales nucleares.