Avisa a países como Reino Unido de que cualquier restricción no debe discriminar a los extranjeros
BRUSELAS, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha publicado este lunes una guía práctica cuyo objetivo es ayudar a los Gobiernos a evitar que ciudadanos de otros Estados miembros de la UE abusen de sus sistemas de seguridad social. Bruselas trata de responder así a las preocupaciones de países como Reino Unido, que quieren restringir el principio de libre circulación de personas.
La guía clarifica los conceptos de "residencia habitual", "residencia temporal" o estancia". Estas definiciones, establecidas en el derecho de la UE, son necesarias para establecer qué país es responsable de la concesión de las prestaciones de seguridad social a los ciudadanos de la UE que se desplazan entre los Estados miembros.
Según la legislación de la UE, sólo puede haber un lugar de residencia habitual y, por lo tanto, sólo un Estado miembro competente para el pago de las prestaciones de seguridad social basadas en la residencia.
"En las circunstancias de la crisis actual, en la que estamos viendo enormes diferencias entre los niveles de paro en distintos países de la UE, hay más gente buscando trabajo en el extranjero, especialmente procedente de España o Italia", ha dicho el comisario de Empleo, László Andor, en rueda de prensa.
La Comisión, ha sostenido Andor, tiene como prioridad suprimir las barreras para facilitar la libre circulación de trabajadores y garantizar que su empleo sea en "condiciones decentes". "Los trabajadores móviles de otros Estados miembros pagan más en impuestos y seguridad social a los presupuestos de los países de acogida de lo que reciben como beneficios", ha insistido el comisario.
No obstante, Andor ha admitido que "es necesario tener salvaguardas claras en la legislación de la UE para evitar que la gente abuse de los sistemas de bienestar social de otros países de la UE". En este sentido, Bruselas acepta que los Estados miembros introduzcan restricciones en sus sistemas de seguridad social, aunque avisa de que "ningún cambio puede introducir ninguna discriminación" por razón de nacionalidad y "la legislación de la UE debe respetarse".
De acuerdo con las reglas de la UE, los empleados y los trabajadores autónomos pueden acogerse a la seguridad social en el país donde trabajan, y las personas inactivas (por ejemplo, los pensionistas o los estudiantes) pueden acogerse en el Estado miembro en el que tengan su *residencia habitual*. Determinar si una persona tiene su *residencia habitual* en un Estado miembro también es importante para los trabajadores que trabajan en más de un Estado miembro.
La guía recuerda los criterios específicos que han de tenerse en cuenta a la hora de determinar la *residencia habitual* de una persona, a saber: su situación familiar y los lazos familiares; la duración y la continuidad de su presencia en el Estado miembro de que se trate; la situación en lo que respecta al empleo; el ejercicio de una actividad no remunerada; en el caso de los estudiantes, su fuente de ingresos; la situación de una persona en lo que respecta al carácter permanente de su vivienda; el Estado miembro en el que la persona paga impuestos; las razones del traslado; y las intenciones de la persona, teniendo en cuenta todas las circunstancias y basándose en pruebas materiales.
La guía proporciona asimismo ejemplos concretos y orientación en los casos en que la determinación del lugar de residencia puede resultar difícil, como cuando se trata de trabajadores fronterizos, trabajadores temporeros o trabajadores desplazados, de estudiantes, de pensionistas, así como de personas inactivas con un elevado nivel de movilidad.
Por ejemplo, si un nacional británico se jubila en Portugal y pasa la mayor parte de su tiempo en Portugal, su lugar de *residencia habitual* es ahora Portugal, aunque aún tenga una casa en el Reino Unido y mantenga vínculos económicos y culturales con el Reino Unido.