Publicado 22/10/2024 13:49

Uno de cada 10 españoles no pagó a tiempo las facturas de energía en 2023 pese a las ayudas del Gobierno, según informe

Archivo - La Junta destina 5,2 millones de euros al pago del Bono Social Térmico que beneficia a 39.690 malagueños
Archivo - La Junta destina 5,2 millones de euros al pago del Bono Social Térmico que beneficia a 39.690 malagueños - JUNTA - Archivo

El 20,71% de los hogares españoles no pudo mantener una temperatura adecuada en invierno en 2023

MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

Casi uno de cada diez españoles reconoce haber tenido retrasos en el pago de sus facturas energéticas en 2023 pese a las medidas paliativas impulsadas por el Gobierno como la reducción del IVA, el bono social eléctrico y térmico o la 'Excepción Ibérica', según revela el informe anual de indicadores de pobreza energética en España de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas.

Este indicador se vuelve a situar en el entorno del 9,5% (dato muy similar al de 2021) frente al 9,2% de 2022, lo que sugiere que no ha habido un "empeoramiento demasiado reseñable de la morosidad" durante el año pasado pero que está alterado por la protección frente a los cortes de suministro a los hogares beneficiarios del bono social, que todavía están en vigor, según el documento, presentado este martes en Madrid. En cualquier caso, el estudio precisa que estos hogares, a pesar de haber incurrido en deudas, no vieron cortado su acceso al recurso eléctrico.

"Nosotros siempre hemos insistido en que si este indicador se mantiene en torno al 9-10% es, en principio, buena noticia, pero que hay que tener mucho cuidado con la situación de los impagos en estos hogares vulnerables, precisamente porque en principio va a decaer la protección extra frente al corte de suministro", ha asegurado el coordinador de la Cátedra de Energía y Pobreza, José Carlos Romero, durante la presentación del informe a los medios.

El estudio también introduce un escenario hipotético en el que se analiza el impacto de no haber contado con los bonos sociales. Los resultados revelan que, sin esta ayuda, la brecha de pobreza energética habría sido significativamente mayor y constata que, aunque las medidas de apoyo no son suficientes para eliminar el problema, han logrado aliviar considerablemente la carga económica de los hogares más vulnerables.

Por este motivo, el estudio subraya la importancia de seguir implementando medidas que garanticen el acceso a una energía asequible para los hogares vulnerables.

Por otro lado, el informe detalla el 20,71% de los hogares españoles no pudo mantener una temperatura adecuada en invierno en 2023.

También revela que el gasto desproporcionado aumentó ligeramente del 16,83% al 17,01%, siendo el más alto de la serie histórica que maneja el informe. Es decir, el 17% de los hogares españoles (más de 3,3 millones de hogares, o lo que es lo mismo, alrededor de 8 millones de personas) gastaron más del doble de la mediana nacional en energía en 2023, lo que los situó en pobreza energética. Mientras, el indicador basado en el ingreso mínimo estándar (MIS) mostró una ligera mejora y llega al 12,7%.

Los autores del informe introducen el indicador de brecha de pobreza energética, que mide la diferencia entre el gasto real en energía de los hogares y el umbral necesario para cubrir adecuadamente sus necesidades energéticas. Este indicador ofrece una perspectiva sobre "la profundidad de la pobreza energética", al mostrar cuánto se alejan los hogares vulnerables de poder costear la energía necesaria para mantener un confort térmico adecuado y tener un nivel suficiente de servicios energéticos.

En 2023, la brecha de pobreza energética en los cuatro deciles más bajos de renta (107 euros) se redujo en un 46% con respecto al mismo dato de 2022 (198 euros).

LA POBREZA ENERGÉTICA OCULTA AFECTA A CASI 28,6% DE HOGARES

En cuanto al indicador que mide la pobreza energética oculta, que son los hogares que consumen menos energía de la necesaria por incapacidad económica para afrontar ese gasto, afectó al 28,57% de los hogares, lo que supone una leve mejora respecto a 2022.

En el caso de la pobreza energética severa --que gasta menos de la cuarta parte de lo que necesitaría para cubrir sus necesidades energéticas-- en 2023 se situó en 9,35%.

Por comunidades autónomas, Extremadura es donde más pobreza energética severa ha habido, con un indicador que se eleva al 26,5% de los hogares, seguida de Castilla-La Mancha y Castilla y León, con un 18% y 16%, respectivamente.

Esto se debe, según detalla el informe, a la climatología severa durante el invierno en las tres comunidades, unida a la elevada demanda de refrigeración, la baja eficiencia energética (viviendas más antiguas y/o no rehabilitadas) y el nivel de ingresos mucho menor que la media nacional.

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