Actualizado 04/03/2008 14:40

Cadena perpetua para el enfermero acusado de asesinar con una dosis letal de insulina a cuatro ancianas en Inglaterra

LONDRES 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

Colin Norris, el enfermero de 32 años acusado de asesinar a cuatro ancianas con una dosis letal de insulina e intentarlo con una quinta en dos hospitales de Leeds, fue condenado hoy a cadena perpetua por estos delitos y deberá pasar al menos 30 años en prisión, según informa la BBC.

Norris, que ha negado en todo momento los cargos que se le imputan, fue declarado culpable ayer por el Tribunal de la Corona de Newcastle de la muerte de cuatro ancianas a su cargo en dos hospitales de Leeds en 2002 y de intentar matar a otra mujer.

El enfermero fue sentenciado a cuatro cadenas perpetuas con una pena obligatoria de al menos 30 años en prisión por cada uno de los asesinatos y otra pena de 20 años de cárcel por intento de asesinato. En la lectura de la sentencia, el magistrado Griffith Williams aseguró hoy que no tiene "dudas de que usted es un hombre maligno y peligroso". "Usted es un hombre arrogante y manipulador al que le desagradan realmente las ancianas", añadió el juez.

Según los detectives, Norris no mostró ningún remordimiento por el asesinato de Doris Ludlam, de 80 años, Bridget Bourke, de 88, Irene Crookes, de 79, y Ethel Hall, de 86. Además, intentó matar a Vera Wilby, de 90, pero ésta sobrevivió al coma inducido en que la dejó la inyección de insulina que éste le suministró.

De acuerdo con el juez, a Norris le desagradaban las ancianas porque necesitaban mucha atención y en su opinión el enfermero era "esencialmente un vago", pese a lo cual, admitió que "tras meses de pruebas, no soy capaz de saber su motivo" para asesinar.

La familia de una de las víctimas había pedido una investigación y durante el proceso se supo que las sospechas habían surgido cuando el enfermero predijo que una de sus víctimas, Ethel Hall, iba morir poco después de caer en un coma profundo.

Hall, de 86 años, se estaba recuperando de una operación de cadera y la autopsia reveló unas doce veces más de nivel de insulina en su sangre, que según la acusación fue provocada por las inyecciones que le puso Norris. Fue entonces cuando la Policía revisó la muerte de otros pacientes y descubrió que otras tres ancianas habían muerto tras caer en un coma hipoglucémico mientras estaban a cargo de Norris.