MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
YMCA ha lanzado la campaña '10 segundos' con la que busca provocar la activación de medio millón de jóvenes frente al odio racista, haciéndose consciente de "su potencial inmediato para reducirlo y denunciarlo", según ha informado la ONG.
La iniciativa se llama así ya que se necesitan diez segundos para "detener la viralidad de un contenido de odio; marcar como ilícito un contenido; hacer una captura de pantalla; denunciar una cuenta; etiquetar a '@alertcops' en una red social; o marcar el 091 o 092 en el teléfono".
En la página web de la campaña hay indicaciones para denunciar o marcar como ilícito contenido en las principales redes sociales. Esta iniciativa, financiada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones con la cofinanciación de la Unión Europea, tiene un alcance programado de más de 500.000 jóvenes de las ciudades españolas con mayor incidencia de estos delitos como son Madrid, Valencia, Barcelona o Málaga.
La campaña destaca que la juventud, que es la "principal usuaria" de los espacios de relación y comunicación virtuales, "tienen en sus dedos la capacidad de generar igualdad y reducir la violencia".
Así, apunta que cuando las ideologías intolerantes "encuentran en las redes sociales un espacio de expresión privilegiado y donde el discurso del odio juega un papel fundamental en la deshumanización de ciertos colectivos, es el momento de actuar".
"Simplemente, con activar a las personas que no se consideran racistas para que dediquen diez segundos a detener el odio, supondría una herramienta altamente eficaz frente a estos delitos", explica la organización.
En este contexto, ha recordado que los delitos de odio por racismo en internet y redes sociales se han incrementado más de un 22%. En España, se han duplicado en los últimos tres años los ciberdelitos de amenazas a grupos étnicos.
Sin embargo, advierte de que este incremento de los delitos de odio racistas entre los jóvenes "no se ve acompañado de un aumento equivalente de las denuncias de esta forma de violencia". De hecho, nueve de cada diez víctimas de un delito de odio racista no presentan denuncia porque no saben qué hacer.
Para los jóvenes, que han nacido con internet y que han adoptado los medios digitales desde edades muy tempranas, el mundo virtual forma parte de su mundo social y emocional "sin que exista un límite de continuidad con las relaciones cara a cara". Ello, según señala la organización, "conlleva que comportamientos offline, como la agresión social y relacional, se hayan ampliado a los entornos online y, más concretamente, a las redes sociales".