El sector está fuertemente feminizado con un porcentaje medio del 11,8% sobre el total de las mujeres ocupadas en todo el país
MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
Cruz Roja Española ha reclamado "profesionalizar y dignificar el empleo en el sector de los cuidados", que actualmente supone el 6% del total de la ocupación en el país.
Según ha explicado este miércoles la directora del área de Empleo de la organización, Maika Sánchez, "el segmento más amplio de personas en pobreza son los llamados 'trabajadores pobres', es decir personas cuyos ingresos no les permiten superar el umbral de pobreza, y entre estas personas hay una parte muy importante de mujeres empleadas en el ámbito de los cuidados".
"Se solicitó esta investigación desde el Plan de Empleo porque tenemos el cometido de mejorar la empleabilidad de los sectores más vulnerables y su mantenimiento en un empleo en condiciones dignas", ha asegurado Sánchez durante la presentación del estudio 'El empleo en el sector de los cuidados: perspectivas retos y propuestas para disminuir la vulnerabilidad sociolaboral'.
Según este informe, el sector de los cuidados está "fuertemente feminizado", con un porcentaje medio del 11,8% sobre el total de las mujeres ocupadas en todo el país, mientras que sólo alcanza el 1,4% en el caso de los hombres vinculados al sector sobre el porcentaje total de ocupados a nivel nacional.
Además, el estudio ha recogido que el relevo generacional en este ámbito está en riesgo, ya que el número de afiliaciones ha disminuido paulatinamente en el caso de mujeres jóvenes, de 30 años de edad o menos, mientras que experimentó un crecimiento en personas de 50 años o más.
Asimismo, Cruz Roja ha insistido en la necesidad de "remodelar el sistema de cuidados" desde su doble perspectiva como entidad que trabaja a diario con las personas y sectores sociales que precisan cuidados y como proveedora de servicios de cuidados, así como entidad que proporciona un acercamiento al empleo a personas también vulnerables que trabajan en este sector.
También ha explicado que la investigación, apoyada por la Administración Pública a través del 0,7% del IRPF, se circunscribe al sector de los cuidados como trabajo remunerado para tener una perspectiva de la evolución y situación actual del sector, "teniendo en cuenta que este se sustenta sobre tres de las desigualdades con mayor impacto social: la clase, el género y el origen".
En este sentido, ha indicado que las actividades de cuidado se encuentran "fuertemente invisibilizadas y escasamente valoradas" a nivel social, "lo que se relaciona con imaginarios que lo asocian a un trabajo para el que se cree que las mujeres tienen capacidades innatas, reforzando la idea de que no es necesaria una formación específica y reduciéndolos a empleos poco cualificados con escasas posibilidades de promoción y a los que se atribuye un fuerte componente vocacional!.
"El denominador común son precarias condiciones como informalidad en la contratación, temporalidad, jornadas parciales, flexibilidad horaria, ritmos intensivos de trabajo, bajos salarios y escasas posibilidades de movilidad; todos ellos factores que inciden en su vulnerabilidad, acentuando su pobreza e indefensión para ejercer sus derechos, como por ejemplo el no reconocimiento de posibles enfermedades laborales y problemas de salud asociados", denuncia.
La investigación concluye en la necesidad de que, en lo que respecta a la agenda pública, se amplíe la inversión en los servicios infantiles y de larga duración "para asegurar la participación de las mujeres en el mercado laboral y conseguir que la labor de cuidar sea una elección y no una obligación".
NUEVAS FORMAS DE COORDINACIÓN
También sostiene "la necesidad de impulsar nuevas formas de coordinación entre los sectores públicos, privado mercantil, la sociedad civil y organizaciones del tercer sector para la provisión de los cuidados y, por otra parte, ampliar y avanzar en derechos y garantías para crear empleos decentes y de calidad".
En cuanto a la profesionalización del sector, el estudio sugiere la definición de un catálogo de ocupaciones, delimitando las tareas, las competencias y el mínimo de formación requerido en cada caso, y reconocer los riesgos específicos para la salud: por ejemplo, la carga de pesos; los movimientos repetitivos; el consumo de psicofármacos y la ausencia de equipos de protección, entre otras cosas.
La mejora salarial del sector, su equiparación a otros de similar nivel de formación y promover la cualificación profesional son otros de los retos que destaca que afronta la remodelación del sector y que recoge la investigación.
Finalmente, recomienda el desarrollo de itinerarios formativos; la promoción de carreras profesionales; la mejora del acceso a la formación; favorecer la acreditación de competencias profesionales e impulsar redes de apoyo mutuo y espacios de autocuidado.