MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha pedido al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que reemplace el alambre de cuchillas por uno de material "no cortante" en la parte superior de la vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, de forma que se impida el salto pero no se produzcan lesiones a quienes intenten llevarlo a cabo.
En concreto, el escrito remitido por Becerril a Fernández Díaz, al que ha tenido acceso Europa Press, le insta a "retirar la concertina existente sobre el vallado exterior, sustituyéndola por un mecanismo no cortante que dificulte el salto de las vallas".
La recomendación se ha producido en respuesta a una queja de la ONG Andalucía Acoge, que se dirigió el pasado 5 de noviembre a la oficina del Defensor del Pueblo para denunciar la instalación de tres nuevos kilómetros de alambrada de cuchillas en la parte superior de la valla de Melilla, de donde estos dispositivos fueron retirados en 2005.
El alambre equipado con cuchillas fue retirado ante las demandas de distintas instituciones y organizaciones sociales de la parte alta de la valla en 2007, dos años después de su instalación. Sin embargo, se mantuvieron en la parte baja en Melilla y en todo el perímetro fronterizo de Ceuta, de donde nunca llegaron a quitarse.
En declaraciones a Europa Press, el secretario general de la organización, Mikel Araguás, ha incidido en que este tipo de alambradas vulneran el artículo 15 de la Constitución Española que reconoce el derecho a la vida y a la integridad física de todas las personas y es "tan desproporcionado como si se instalasen minas antipersona" para proteger la frontera.
"Seguimos insistiendo en políticas muy enfocadas en los efectos de la inmigración, los más visibles, en lugar de trabajar sobre su origen", ha destacado, para incidir en que si desde los países europeos se estableciesen "relaciones más justas con los vecinos" no habría que utilizar estos sistemas que, además, "sin inútiles" porque "no evitan que intenten entrar en Ceuta y Melilla".
La postura de Becerril al respecto ya era conocida. El pasado 14 de noviembre dijo que este tipo de dispositivos son "una barbaridad" que acabaría por producir un "desgraciado accidente" y anunció que así se lo había trasladado a diferentes miembros del Gobierno. Sin embargo, la instalación de la nueva alambrada, que Interior denomina "concertina", no se ha paralizado.
Aunque la semana pasada el Ministerio del Interior dijo no tener "ninguna intención" de retirar estas alambradas y el propio Fernández Díaz afirmó el lunes que las cuchillas "no son agresivas" y causan "heridas superficiales", este miércoles en los pasillos del Congreso se ha mostrado dispuesto a "rectificar" si se demuestra que existen otros medios "disuasorios" y "pasivos" que generen la misma eficacia.