MADRID 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los responsables de cambio climático de Greenpeace y WWF España han pedido en el Congreso de los Diputados a la Unión Europea un compromiso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que alcance el 55 por ciento para 2030, respecto al año base de 1990, durante su comparecencia en la Comisión de Cambio Climático, con motivo de la celebración en noviembre de la Conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático (COP19), que se celebrará en Varsovia (Polonia).
Como miembros de la Coalición Clima, reclaman también que se apoye a nivel europeo para 2030 un aumento en las cuotas de las energías renovables del 45 por ciento, que se produzca un ahorro del 40 por ciento en la energía primaria respecto a niveles de 2007, además de que se centren sus políticas en el despliegue de energías limpias, en lugar de desviar recursos al carbón o combustibles fósiles autóctonos (fracking).
Precisamente, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha hecho público este martes su boletín anual de gas de efecto invernadero en el que destaca que los volúmenes de gases de efecto invernadero han alcanzado un nuevo máximo en 2012. Según han determinado los expertos, se trata del nivel más alto en los últimos tres millones de años.
AÚN HAY TIEMPO
No obstante, el representante de Greenpeace ha explicado que "aún queda tiempo" para paliar los efectos del cambio climático puesto que, según el V informe del IPCC, que confirma la gravedad y el origen humano del cambio climático, se reseña que queda poco tiempo para reaccionar, aunque aún se está a tiempo, en esta década.
Para ello, ha insistido en que hace falta establecer objetivos ambiciosos de ahorro y eficiencia energética, además de favorecer la implantación de las energías renovables, proteger los bosques, y aumentar los compromisos de reducción de emisiones.
Según ha detallado, se trata de tres aspectos que se están discutiendo en el seno de la UE, quien ha tomado el liderazgo hasta ahora en la lucha contra el cambio climático, aparte de ser un tema que se debatirá en la próxima Conferencia de Naciones Unidas en Varsovia (Polonia).
"Si se quiere evitar que la temperatura global llegue a aumentar dos grados es necesario revisar los compromisos de reducción de emisiones y que sean más ambiciosos y también habrá que incluir, aparte de los países industrializados, a los emergentes", ha subrayado.
En este contexto, García ha lamentado que "la brecha" entre la evidencia científica y los compromisos políticos, "no van en la misma línea", y es por ello que cree que hace falta intensificar las reducciones de emisiones, además de eliminar de forma gradual los gases fluorados, y acelerar la implantación de energías limpias.
Así, ha celebrado que la UE, "que lleva cierta delantera en este terreno", haya logrado reducir sus emisiones, respecto al año base de 1990, en más de un 18 por ciento, mientras que experimentaba un crecimiento del PIB del 40 por ciento.
POSTURA OBSTACULIZADORA
Por su parte, Mar Asunción Higueras, responsable del área de Cambio Climático de WWF, apuesta por un escenario de menores emisiones en un acuerdo global frente a la "postura obstaculizadora" del gobierno polaco para llegar acuerdos "más ambiciosos" dentro de la UE y las declaraciones de su primer ministro.
Igualmente, cree que es necesario un apoyo a la cumbre del carbón que se celebra en paralelo, así como una esponsorización de la cumbre por grandes empresas emisoras, además de la exclusión en las etapas previas a la COP de las organizaciones sociales y las empresas más progresistas.
Sobre sus expectativas para la COP 19, espera que se alcance un plan "claro y detallado" en un acuerdo global para la próxima conferencia de París de 2015, donde los objetivos de reducción estén acordes a las recomendaciones científicas, se establezca una hoja de ruta para la financiación, esté detallada la procedencia y cantidad, que se incluya la adaptación como parte clave del acuerdo global, o que se establezca un mecanismo internacional de daños y pérdidas.
A su juicio, es vital que se adopten medidas concretas para incrementar objetivos de reducción de emisiones, encaminadas hacia las energías limpias, frenar las inversiones a los combustibles fósiles, medias encaminadas a disminuir las emisiones de los sectores marítimo y aéreo, establecer un mecanismo de 'daños y pérdidas'.
La ecologista propone también que, para el periodo 2013-2020 los países desarrollados se comprometan conjuntamente a dotar el fondo verde climático en 60-90 millones de dólares, y que se haga operativo el Fondo verde climático a partir de 2014.
¿QUÉ PASA CON ESPAÑA?
Respecto a España, ha comentado que en el periodo 2008-2012 aumentó un 23 por ciento sus emisiones, respecto a los niveles del año base 1990.
A su vez, cree que el objetivo para España en 2020 permite aumentar las emisiones actuales (361 millones de toneladas frente a 358 millones de toneladas en 2012), y que las políticas energéticas van en la dirección contraria a incentivar un cambio de modelo energético bajo en emisiones de CO2, penalizando a los sectores de energías renovables
"El Gobierno manifiesta una falta de compromiso con un modelo de desarrollo de bajas emisiones", por lo que defiende que hay que empezar apoyando medidas internas de reducción de emisiones en todos los sectores, empezando por dar un giro a la política energética.