Publicado 23/09/2024 12:06

La Federación Mundial de Personas Sordas defiende que el acceso a la lengua de signos es "un derecho"

La Federación Mundial de Personas Sordas recuerda que el acceso a la lengua de signos es un derecho
La Federación Mundial de Personas Sordas recuerda que el acceso a la lengua de signos es un derecho - FEDERACIÓN MUNDIAL DE PERSONAS SORDAS

   MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La Federación Mundial de Personas Sordas (WFD: World Federation of Deaf) ha defendido que el acceso a la lengua de signos es "un derecho" y destaca que las propias personas sordas son las transmisoras más idóneas para enseñar y preservar este lenguaje.

   Así lo destaca la WFD en un comunicado con motivo de la celebración del Día Internacional de las Lenguas de Signos, este lunes 23 de septiembre, una fecha que Naciones Unidas declaró oficialmente en 2017 para instar a los Gobiernos a fomentar estas lenguas y poner de relieve su papel fundamental.

   La Federación Mundial de Personas Sordas anima así a sus entidades miembro, entre las que se encuentra la CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas), a luchar por una mejor aplicación a nivel nacional de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, a través de la reivindicación de los derechos lingüísticos de la comunidad sorda.

   Según señala en un comunicado, a pesar de que existan más de 300 lenguas de signos en todo el mundo, "tantas como lenguas orales", no llegan a 80 los países que reconocen las lenguas de signos con distintos niveles de protección a través de sus propias legislaciones.

DOS LENGUAS DE SIGNOS RECONOCIDAS EN ESPAÑA

   En España solo la lengua de signos española y la catalana están reconocidas por la ley aunque, según advierte la CNSE, las personas sordas siguen sin poder utilizarlas en las mismas condiciones y contextos en los que el resto de la ciudadanía utiliza otras lenguas.

   "El derecho a la lengua es un imperativo legar que ningún recorte ni política de austeridad nos puede arrebatar. No descansaremos hasta que los mandatos recogidos en el reglamento que desarrolla la ley 27/2007 se cumplan en su totalidad", ha apuntado el presidente de la CNSE, Roberto Suárez.

   Otra cuestión que preocupa a la CNSE es la preservación de las lenguas de signos y su patrimonio cultural, y considera que las transmisoras más idóneas de estas lenguas han de ser las propias personas sordas y, como tal, se debe posicionar a las y los profesionales sordos como referentes en materia de enseñanza y traducción.

   "Se trata de ocupaciones que nacen en el seno de nuestra red asociativa con una doble finalidad: la adecuada transmisión de la lengua en nuestra sociedad y la creación de un yacimiento de empleo para las personas sordas en un país donde la tasa de paro entre las personas con discapacidad supera con mucho la del resto de la población", ha manifestado Suárez.

    En este sentido, el presidente de la CNSE ha firmado que las administraciones públicas deben favorecer que estos puestos de trabajo sigan siendo ocupados por personas sordas especialistas en lengua de signos. "Toda política pública que pretenda elevar el estatus de la lengua de signos española y la lengua de signos catalana es y será una política fallida si ignora estos condicionantes que afectan a las personas sordas y repercuten en su inclusión laboral", ha apostillado.

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