La investigación, que se inició a finales de año, se centra ahora en determinar sí algún funcionario mantuvo sexo con la presas
MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha confirmado la destitución de parte del equipo directivo del Centro Penitenciario Madrid I, en Alcalá Meco, debido a su incapacidad para evitar las presuntas irregularidades cometidas por algunos funcionarios que, entre otras cuestiones, introducían y consumían alcohol en el interior de la prisión y uno de ellos llegó a compartir varias horas con algunas presas a las que abrió su celda. Se investiga la posibilidad que mantuviesen relaciones sexuales.
Según informó el Departamento que dirige Mercedes Gallizo, esta decisión es fruto de una investigación que la Secretaría General, a través de la Inspección Penitenciaria, inició a finales del pasado año tras tener conocimiento de presuntas irregularidades.
En el marco de dicha investigación, la Inspección Penitenciaria detectó que un funcionario abrió las celdas de dos internas y compartió varias horas con ellas. En estos momentos se investiga si algunos funcionarios pudieron mantener relaciones sexuales consentidas con varias internas.
En el mismo marco de investigación, se pudo detectar igualmente que algunos funcionarios introducían y consumían alcohol en el centro, lo que les impedía realizar sus funciones con la profesionalidad debida, explica el comunicado de Instituciones Penitenciarias.
Ante la incapacidad de la dirección del Centro Penitenciario Madrid I para hacer frente a la situación, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha tomado la decisión de destituir al director y a los responsables de las áreas implicadas (el subdirector de seguridad y el administrador). Igualmente, y mientras se concluyen las investigaciones, dos funcionarios han sido suspendidos de empleo y sueldo.
A pesar de estos comportamientos individuales y que de ningún modo afectan al conjunto de los funcionarios, el Centro Penitenciario Madrid I funciona con absoluta normalidad. La Administración Penitenciaria seguirá manteniendo la más estricta exigencia en el cumplimiento de las normas y de la profesionalidad en el trabajo de los funcionarios.