GINEBRA, 16 Feb. (Reuters/EP) -
El Gobierno iraquí se comprometió este martes ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU a respetar los derechos fundamentales mientras combate a los "grupos terroristas" que tratan de sembrar la inseguridad en el país.
La ministra iraquí de Derechos Humanos, Wijdan Michael, defendió el historial de su Gobierno en este ámbito, que se analiza por primera vez en el Consejo --con sede en Ginebra--, donde los representantes de varios países occidentales manifestaron su preocupación por problemas como la tortura o el uso de la pena de muerte.
"Estamos especialmente preocupados por el corto periodo de tiempo que hay entre la sentencia y la ejecución", dijo la delegada danesa Julie Garfieldt Kofoed. "Hay que oponerse al uso generalizado de la tortura contra los presos, incluidas las mujeres", añadió.
Michael aseguró que el uso de la tortura en los interrogatorios está prohibido y que la pena de muerte sólo se impone para castigar los crímenes más graves, como asesinatos, en parte para vindicar a las familias de las víctimas.
"Los grupos terroristas han intentado socavar la soberanía del Estado y sus instituciones, creando un sentimiento de inseguridad entre los ciudadanos. Han intentado destruir infraestructuras, como carreteras, transportes, el suministro eléctrico, mercados y lugares de culto", explicó.
La ministra subrayó que desde que Estados Unidos invadió Irak en 2003, miles de personas, entre ellas mujeres y niños, han muerto en atentados con bomba perpetrados por suicidas, lo que supone, a su juicio, un desafío para la democracia.
"Hemos intentado conseguir metas ambiciosas en la protección y la promoción de los Derechos Humanos. El Ministerio está intentando acabar con el legado de violencia que hemos heredado", indicó.
Estados Unidos elogió los esfuerzos de Irak para investigar los presuntos abusos denunciados por presos y detenidos pero le instó a concluir la transferencia de su custodia al Ministerio de Justicia.
"Además, recomendamos a Irak que siga mejorando las condiciones en los centros gestionados por el Ministerio y haga rendir cuentas a cualquier agente del orden público sospechoso de estar implicado en casos de tortura, abusos o confesiones forzadas", afirmó el encargado de negocios de Estados Unidos en Ginebra, Douglas Griffiths.
A Washington también le preocupa la situación de las minorías religiosas y étnicas, de las mujeres y de las personas homosexuales, por lo que exhortó a Bagdad a proteger a estos grupos de los "ataques dirigidos contra ellos". Irak también debe "poner fin a la intimidación y los abusos que sufren los periodistas a manos de responsables gubernamentales", agregó Griffiths.