LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) recordó hoy se cumple el décimo aniversario del primer naufragio con muertes acontecido en las costas de Canarias el 24 de julio de 1999.
El hundimiento se produjo frente a la Playa de La Señora, situada entre Morro Jable y la Punta de Jandía (Fuerteventura). En el trágico suceso, perdieron su vida 11 personas de las 15 que viajaban en la embarcación, mientras que sólo siete cuerpos fueron rescatados.
La organización reconoce en un comunicado su dudas acerca de "cómo tratar tal doloroso acontecimiento". "La tentación de cerrar los puños y acabar en el hastío de la cómoda denuncia no nos ha seducido y frente a este primer conato de afrontar con dignidad y justicia la memoria de esta innecesaria pérdida de vidas, elegimos el análisis que nos permita indagar las causas reales, no las aparentes, de tales acontecimientos", añaden.
En este sentido, critican que "sin pudor se escuchan explicaciones tales como no sabían nadar, estaban cansados y no podían nadar, las rocas rompieron el casco, se asustaron y al moverse en grupo volcaron la patera". "Estos sesudos analistas pasearon su hipocresía por tertulias, artículos, entrevistas y demás jungla del negocio de la pobreza creando opinión pública a cerca de lo irresponsables que eran y la falta de información que tenían los muertos al pensar que aquí iban a encontrar 'El Dorado'", agrega CEAR.
La asociación cuestiona que "si en vez de mirar al árbol miráramos al bosque, qué veríamos. Y si en vez de 'venir a Canarias' el verbo fuera 'huyen de', pero de qué podrían huir". A este respecto, destaca que "a muchas de las personas que huyen de su país no se les concede asilo ya que no hay una guerra, o no les persiguen por motivos religiosos o de género, por sus ideas, por su raza, nacionalidad o pertenencia a grupo social determinado. Y, sin embargo, huyen aunque ni ellos mismos sepan argumentar su naufragio".
"BOMBAS SILENCIOSAS ANTIPERSONA"
De este modo, CEAR anima a reflexionar sobre "las bombas silenciosas estallan también a nuestro lado continuamente, pero como no las oímos detonar y sólo vemos el reguero de cadáveres que van dejando en la cuneta, no somos capaces de encontrar la relación causa-efecto, e imputamos a la mala cabeza de nuestros muertos su estado vital".
Al entender de la entidad, "hoy la crisis económica debería hacer reflexionar profundamente para no seguir reproduciendo esas bombas silenciosas antipersona y anticomunidad que son las injustas relaciones de producción que determinan una injusta distribución de la riqueza, imponiendo una exclusión hasta el límite".
Así pues, considera que esta crisis que se vive en el Norte del planeta se ha producido porque "el neoliberalismo la ha presentado recientemente pero es antigua compañera de los países empobrecidos y de sus ciudadanos, en los que el poder destructivo de estas armas equivale a miles de Hiroshimas y Nagasakis juntas".
Las fantasías del pasado son las realidades del presente, y la memoria es el puente que nos permite pasar de uno a otro lado. Pero esta memoria ha de estar afincada en la verdad, en el conocimiento certero de los fundamentos sobre los que se mueve la historia para poder inferir en ella científicamente, para hacer posible la justicia a los desaparecidos y promover la reparación integral, para que entre otras correcciones las víctimas no sean confundidas con culpables ni el dinero sea una mordaza de la dignidad", concluye CEAR en su nota.