MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
Servier y Fundación Juan XXIII han inaugurado esta semana 'El Jardín de los Sueños', una iniciativa piloto en España de jardín terapéutico y sensorial, liderada por la Fundación y co-diseñada por un equipo multidisciplinar de profesionales, con el objetivo de que niños y adolescentes con discapacidad intelectual o problemas de salud mental puedan contar con un espacio natural en el que el aprendizaje está integrado a la dimensión sensorial, el estado emocional y el comportamiento.
Este espacio está ubicado en el Colegio de Educación Especial de Madrid CISEN y Hospital de Día CET-Norte y pretende constituirse como un contexto estimulador innovador que, a través de un espacio físico enriquecido y adaptado, fomente cada una de las dimensiones de los participantes.
Asimismo, ambas entidades indican que el jardín desarrolla las capacidades cognitivas, la vertiente emocional y potencia la interacción cooperativa y la generación de estrategias que permitan extrapolar lo aprendido al contexto vital de cada participante en la terapia.
Para crear este espacio y este innovador modelo de intervención, se han realizado cuatro sesiones de Design Thinking con un equipo multidisciplinar, compuesto por ingenieras agrícolas, arquitectas, psicólogas, terapeutas, logopedas y maestras. Además, se ha diseñado una herramienta de selección de la vegetación que permite incluir criterios terapéuticos que se aplicaron a más de 500 plantas. Además, actualmente se está elaborando una metodología de sesiones terapéuticas aplicadas al espacio con indicadores medibles para detectar las mejorías de las personas usuarias del mismo.
"A través de esta iniciativa se busca poner a disposición de los estudiantes, pacientes y de sus familias unas instalaciones que puedan disfrutar cuando deseen. Este espacio terapéutico verde, compuesto por un huerto y un jardín sensorial, es un lugar único que pretende servir de apoyo a estos jóvenes en su progreso", ha comentado el director de la Fundación Juan XXIII, Javier Arroyo.
Con una duración inicial de dos años, el propósito es crear un modelo de intervención innovador que podrá ser replicado en otros colegios, hospitales, residencias de mayores y otros entornos con el fin de mejorar el desarrollo y el bienestar de las personas que lo
disfruten.
"Diversas investigaciones avalan los beneficios de las terapias relacionadas con la naturaleza para el aprendizaje y para el desarrollo sensorial de los niños y los adolescentes, más aún si estos conviven con algún tipo de discapacidad física, intelectual o sensorial", ha señalado la directora de Mécénat Servier, Corinne Massin.