MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
Quince jóvenes con discapacidad intelectual de la Asociación AcVAdi y doce ancianos del centro Ballesol Majadahonda (Madrid) participan en el proyecto 'Menos barreras, más barrio', con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad que se celebra el 3 de diciembre.
A través de la cooperación de estos dos colectivos en talleres de cocina y terapia con perros, entre otras actividades, se pretende fomentar un autoconcepto personal basado en las capacidades y no en limitaciones, según ha informado AcVAdi.
"Desde nuestro conocimiento el 100% de las personas con discapacidad intelectual se han sentido discriminadas en algún momento de su vida", advierte la asociación.
En este contexto, asegura que las mayores denuncias de este colectivo de personas están en el empleo (sólo 1 de cada 4 personas con discapacidad intelectual tiene oportunidad de encontrar un trabajo); en la vida independiente y la posibilidad de vivir fuera del entorno familiar; en sus relaciones sentimentales y sexuales; o en contextos como bares, museos, hoteles, centros de salud, etc, ya que "las personas que les atienden se dirigen a sus acompañantes y no a ellos, o directamente se les niega la participación".
"La autodeterminación es el derecho que más se vulnera en una persona con discapacidad intelectual. Es muy importante ser capaces de reconocer que son personas de pleno derecho. Se trata de proteger a la persona. A veces nos resulta más sencillo intentar darles una protección que probablemente no quieren ni necesitan el dirigirles a veces esas vidas les genera en ocasiones mucha frustración" insiste Ana Infiesta Horcajuelo, psicóloga y especialista en el ámbito de la discapacidad intelectual.
Hacer visibles las habilidades de estos jóvenes y mayores que a veces se da por hecho que "no pueden contribuir en sus comunidades" con los apoyos que se precisen, está contribuyendo a mejorar su calidad de vida, autoestima y sentirse protagonistas en una sociedad más inclusiva, aprecian desde Ballesol.
Dentro del proyecto 'Menos barreras, más barrio' la primera actividad que están desarrollando los dos participantes es un taller de cocina con "recetas de la abuela" para la elaboración de unas migas manchegas.
Desde Ballesol y a sus 88 años, Esperanza Peromingo con su experiencia y conocimiento pone el primer consejo: "Saber diferenciar el tamaño entre migas y sopas, picarlas con paciencia y recordar que se pueden comer con miel, con aceitunas, sardinas, con todo lo que se quiera".
A Estefanía le encanta la cocina. "Especialista en pelar ajos y memorizar los tiempos de preparación de cada ingrediente de las migas", es un ejemplo de que sin la participación real de la persona no hay una vida propia.
"La persona con discapacidad tiene y debe ser la protagonista de su vida. Sólo es posible generando apoyos individualizados. Ninguna persona con discapacidad es exactamente igual a otra. Ni parecida. De la misma manera que ocurre con las personas sin discapacidad", remarca la psicóloga de AcVAdi.