Presentan una batería de medidas "realizables" para cambiar la política "ineficaz" de represión en Ceuta y Melilla
MADRID 26 (EUROPA PRESS)
La red Migreurop ha planteado este miércoles en el Congreso a diputados de Izquierda Plural, Amaiur y PSOE una iniciativa con forma de proposición no de ley para fiscalizar el acuerdo de readmisión de inmigrantes suscrito entre España y Marruecos y poder suspenderlo en caso de que el reino alauí no garantice los derechos fundamentales de las personas que le son entregadas al pie de las vallas de Ceuta y Melilla.
La iniciativa ha sido presentada en un acto auspiciado por los diputados Ricardo Sixto (Izquierda Plural) y Jon Iñarritu (Amaiur) que ha contado con la participación además, de Gracia Fernández y Esperança Esteve (PSOE), y ofrecido por los secretarios generales de CEAR, Estrella Galán; Andalucía Acoge; Mikel Araguás; y de la Federación SOS Racismo, Mikel Mazkiarán; y el coordinador de migraciones de la APDHA, Carlos Arce.
Según ha explicado, habida cuenta de que informes tanto del Departamento de Estado de EEUU, como de distintas organizaciones marroquíes e internacionales han constatado que en Marruecos no se garantizan los Derechos Humanos, España debería primar el principio de "no devolución" por encima de la expulsión de las personas llegadas desde su territorio.
Por eso, ha instado a los diputados a presentar una proposición no de ley que "inste al Ministerio de Asuntos Exteriores a solicitar información al Estado marroquí de cuáles son las medidas adoptadas para la protección de los Derechos Fundamentales de personas en situación irregular en tránsito o de las que están siendo devueltas en virtud de los acuerdos de readmisión".
Según ha explicado Arce, "España tiene que tener información ante las sospechas de vulneración de derechos", así que la proposición no de ley debería contemplar que "si Marruecos no da respuesta en un plazo prudencial, España debe suspender este convenio en aplicación del citado principio de no devolución".
La proposición que plantean, incluiría además la creación de una comisión parlamentaria con dos funciones: "Estudiar desde la entrada en vigor en octubre de 2012 hasta ahora cual ha sido el resultado de los acuerdos de readmisión" y constituirse "como de seguimiento de la aplicación del mismo" en la que tuviera que comparecer periódicamente el responsable de Exteriores que se determinase.
"La situación de las personas migrantes y refugiadas en tránsito en Marruecos debería justificar la prevalencia del 'principio de no devolución', que debería mantenerse al menos hasta que desde el Estado marroquí se ofrezcan garantías claras y sometidas al control de los organismos internacionales competentes en la materia, de que los derechos fundamentales de las personas extrajeras en situación irregular que se hallen o sean devueltas a su territorio son respetados", sostiene Migreurop.
MEDIDAS REALIZABLES
Además, la red ha planteado en la Cámara Baja una bateria de medidas "realizables" para cambiar la política de inmigración en Ceuta y Melilla, que lleva 20 años apoyándose en "vallas y más vallas" sin haber conseguido que cambiaran ni la situación, ni el resultado, y un manifiesto contra la reforma de Extranjería que legalizará las devoluciones sumarias.
Conforme ha señalado Araguás, "las vallas, las concertinas, lo único que han provocado ha sido dar una patada hacia adelante y que haya sucedido ahora lo mismo que viene ocurriendo desde 1995", cuando, tal y como ha recordado, "un diputado de Ceuta dijo que habían encontrado la solución definitiva al problema de la inmigración y era una valla de tres metros". "Desde entonces se ha venido haciendo lo mismo y la situación no ha cambiado", ha denunciado.
Estrella Galán ha incidido en que "la historia se repite desde 1995" pero ahora entra en juego una nueva variable: "los flujos migratorios son mixtos, algo que sí ha cambiado significativamente respecto de etapas anteriores" y que implica que en torno al 50%, con datos de Frontex, de los migrantes que alcanzan la frontera Sur sean susceptibles de recibir protección internacional en Europa. El recibimiento que se les da en Ceuta y Melilla, sin embargo, "es de vallas, concertinas y controles".
A juicio de Araguás, la razón de esta reiteración sistemática de la gestión de las fronteras desde el único prisma de la seguridad tiene que ver con una cuestión "visual". "La política de imagen es importante y la sensación de seguridad empieza con una valla que te separa de otro, cuanto más grande mejor, a pesar de que todo el mundo asume que todas las vallas a lo largo de la Historia se han roto o se han traspasado", ha afirmado.
Para Galán, influye además que "España se ha abanderado como gendarme en la frotera sur generando una situación muy grave para el Estado y para la llegada de personas refugiadas". "Hay una cuestión del papel que está jugando España respecto de la Unión Europea en este sentido", ha destacado.
La receta de Migreurop pasa por la adopción de cuatro medidas "realizables que sin embargo, no se impulsan": cumplir la ley de asilo garantizando mecanismos de acceso más allá de la frontera española, apoyar la regularización de migrantes emprendida por Marruecos, apostar por la reagrupación familiar de los migrantes cuyo proyecto es reencontrar en Europa a sus parientes y repensar la política de visados en África para que la inmigración ordenada y regular a la que se aspira sea factible.