MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
"Cuando me dijeron que mi hijo tenía un TDAH fue una bomba, pero, también una liberación; al menos tenía un diagnóstico". Con estas palabras, Milagros Martín-Luna Gorriti, madre de un adolescente con un trastorno por déficit de atención e hiperactividad, periodista y autora del libro 'Mi vida con un TDAH', resume sus sentimientos cuando, tras mucho tiempo de incertidumbre, supo qué le sucedía a su pequeño.
"A partir de ahí empecé a documentarme, leí cosas como el TDAH no existe, que la medicación es una droga y otras muchas teorías que no son ciertas; así que decidí confiar en nuestro médico y siempre tuve claro que la pastilla de la cura del virus en este caso no existe", ha explicado la autora en la presentación del libro al público.
Para Milagros Martín-Lunas uno de los pilares del tratamiento de los niños con este trastorno es el colegio y lamenta que en España "la educación se lo ponga muy difícil". "La educación tiene que pensar en el diferente", ha reclamado la periodista que narra en su libro la dura experiencia durante la etapa de Primaria.
"Sabía que necesitábamos ayuda psicopedagoga, que tenía que bajar las expectativas y contar con un colegio con un buen equipo de profesores de apoyo, pero Primaria fue un infierno, un grandísimo infierno", ha indicado la autora del libro.
Para Milagros Martín-Lunas, "los colegios son personas" y asegura que su experiencia cambió en 5 de Primaria con la profesora de apoyo asignada a su hijo. "Se dio cuenta de que el niño no se enteraba en clase, de que no terminaba los exámenes, que no memorizaba y que tenía un aprendizaje a largo plazo", explica. A partir de Secundaria, sus profesores "eran diferentes" y todo cambió a mejor.
Por este motivo, la autora del libro, en el que recoge comentarios del director de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica Universidad de Navarra, está convencida de que el diagnóstico precoz de este trastorno es fundamental para la evolución de los menores. "Cada niño es un mundo, pero saber qué les pasa es fundamental para poder entenderles y ofrecerles soluciones", indica.
Y critica la falta de apoyo y recursos para poder darles una atención y terapias adecuadas que permitan su mejor desarrollo. "Un niño con TDAH es 7.000 euros más caro al año y necesita muchos recursos", ha explicado esta madre que lamenta que muchas familias no dispongan de ellos para poder proporcionarles la atención necesaria. "Mi grito hoy es que hay mucha gente que no tiene medios ni preparación para afrontarlo", ha explicado.
En este sentido, critica la decisión del Ministerio de Educación de dejar fuera de las becas de apoyo a muchos de estos menores al exigirles acreditar una discapacidad del 33 por ciento para poder optar a ellas. "No tienen una discapacidad, necesitan ayuda porque hay que darles estrategias para vivir con sus capacidades", ha precisado esta madre quien ha apelado también a la responsabilidad social.
"Son personas que, si no se trabaja con ellos, tienen un índice muy alto de caer en adiciones, en delincuencia al ser muy impulsivos", ha añadido la periodista, para quien "la tribu" es muy importante para estos niños pero la tribu, recuerda, "es la familia, el colegio y la sociedad".