MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Varias decenas de mujeres católicas se han reunido este domingo 7 de marzo en la iglesia de San Carlos Borromeo, en Madrid, que les ha dado "asilo político" tras la prohibición de las manifestaciones del 8M por la situación de pandemia, para "denunciar las injusticias e invisibilización de las mujeres en la Iglesia" y reivindicar "igualdad".
"Estamos contentas y emocionadas. El año pasado nos convocamos para un próximo encuentro ante la Catedral de La Almudena pero la prohibición por parte de la Delegación del Gobierno en Madrid nos obligó a buscar otro lugar y agradecemos la generosidad y el cariño de las amigas y amigos de San Carlos Borromeo que no han dudado en darnos asilo político", ha subrayado una de las portavoces de la Revuelta de Mujeres en la Iglesia, Pepa Moleón, al comienzo del acto.
Las mujeres de esta Revuelta, "laicas, monjas, católicas y críticas", pertenecientes a distintas comunidades y parroquias, habían convocado en un inicio una concentración ante la Catedral de La Almudena, al igual que hicieron el año pasado, con un aforo de menos de 100 personas, pero debido a la prohibición de todas las manifestaciones por el 8M en Madrid, decidieron cambiar la concentración por un acto de celebración reivindicativa a puerta cerrada en la iglesia de San Carlos Borromeo, en Entrevías.
"Estamos con todas las mujeres que se están concentrando en el resto de España y del mundo en una corriente imparable que creemos está impulsada por el Espíritu. Vamos a seguir denunciando las injusticias e invisibilización que sufrimos en la Iglesia y para anunciar nuestro compromiso de seguir haciéndonos cada vez más presentes. Somos Iglesia y luchamos por una reforma estructural radical que la permita ser casa común caminando hacia igualdad", han subrayado en declaraciones durante el acto, recogidas por Europa Press.
MUJERES MIGRANTES, MALTRATADAS Y EXPLOTADAS
Durante el acto, que ha comenzado a las 12.00 horas de este domingo y que se ha retransmitido por streaming, varias de las participantes se han acercado a los pies de la Cruz para ofrecer distintos pares de zapatos para hacer presentes a: "las mujeres migrantes, las mujeres que han sufrido violencia de género durante el confinamiento, las mujeres que han realizado los trabajos más invisibilizados y en primera línea durante la pandemia".
Asimismo, han recordado a: "las mujeres explotadas dentro de la Iglesia, las mujeres divorciadas a las que se niegan los sacramentos, las mujeres lideresas perseguidas en la Iglesia y la sociedad, las que se sienten presionadas o acosadas por luchar por la igualdad dentro de la Iglesia, las invisibilizadas dentro del ámbito de poder eclesial, las mujeres con vocación a las que se niega el acceso al ministerio, las teólogas sancionadas por la jerarquía católica y las mujeres patologizadas por su identidad de género".
"Con este gesto queremos ponernos en los zapatos de tantas mujeres que se han visto afectadas por la crisis de la Covid, por la injusticia de nuestra sociedad y por las injusticias dentro de la Iglesia", han subrayado.
CANCIONES REIVINDICATIVAS Y MASCARILLAS MORADAS
Durante la celebración, que ha durado media hora, las participantes han cantado letras reivindicativas como "habrá un día en que todas al levantar la vista veremos una Iglesia que ponga igualdad" y han agitado al ritmo de la guitarra cintas moradas, del mismo color que las mascarillas que portaban.
Bajo el lema 'Si las mujeres callamos, gritarán las piedras', las participantes han querido recordar que "la revuelta continúa" después de que hace un año convocaran por primera vez.
Entre sus reivindicaciones, estos colectivos piden: "tener voz y voto, poder decidir, predicar y celebrar en una Iglesia igualitaria; repensar la moral sexual desde la misericordia y la ternura, y el fin de la explotación y violencia sobre las mujeres dentro y fuera de la Iglesia".
Asimismo, reclaman el "reconocimiento de la teología feminista y eliminación del lenguaje sexista de textos, manuales de enseñanza y rituales" y "que reconozca e incluya a las mujeres lesbianas, trans y bisexuales dentro de la Iglesia".
CARTA AL PAPA FRANCISCO
Todas estas reivindicaciones las han expuesto también en una carta enviada al Papa, que desgrana las principales peticiones para que "la Iglesia sea de verdad una comunidad de iguales".
En la misiva también reconocen los "avances recientes", como el nombramiento para cargos importantes de varias mujeres, pero insisten en la necesidad de "cambios estructurales profundos".
Las participantes han despedido el acto entre vítores, aplausos y música, y se han convocado para el próximo año, un día antes del 8 de marzo para seguir reclamando igualdad.