COCEMFE celebra el acuerdo entre Gobierno y CCAA sobre el nuevo modelo de residencias pero pide que se le dote económicamente
MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ocio y el tiempo libre, la rehabilitación y la atención psicológica son los servicios de los centros para personas con discapacidad que más se vieron afectados por la primera ola del Covid-19 en marzo de 2020, según se recoge en un estudio sobre este tema realizado por COCEMFE.
Para este documento, la entidad ha analizado la situación a través de la experiencia de cinco de sus centros --en Madrid, Andalucía, Cantabria, Extremadura y Comunidad Valenciana- y realizando entrevistas a una veintena de usuarios, otros tantos trabajadores de diferentes actividades, así como a una decena de gerentes y directores.
A través de esta experiencia, los encuestados han destacado la "incertidumbre" y la "improvisación" como características principales de esta época y, al igual que ha ocurrido en otros sectores, en su caso el principal problema detectado fue la "carencia de material de protección y de pruebas diagnósticas.
Esto, según apunta el estudio, repercutió en el personal, por los brotes y contagios que se produjeron y que llevaron a una "alta rotación" y a la "incorporación" de personal que, según han detallado los expertos, supuso "una disrupción para vida" de las personas con discapacidad de los centros.
A ello habría que sumar, según han explicado los entrevistados, la imposibilidad de desarrollar todos los servicios que ofrecen los centros. Y, en este sentido, un 92,8% de los preguntados han contestado que el ocio y el tiempo libre se vieron, especialmente en la primera ola de la pandemia, "mucho o totalmente afectados".
"DESCONCIERTO" E "IMPROVISACIÓN"
A este servicio le siguen como los afectados por esta situación la rehabilitación (71,5%), la atención psicológica (64,3%) y la atención social (62%). Por su parte, el 45,2% han respondido que la atención sanitaria se vio "mucho o totalmente" afectada en la pandemia y un 28,6% lo cree de los servicios y atención directa a los usuarios.
En este sentido, se ha preguntado sobre la coordinación con las administraciones que, según ha explicado en rueda de prensa la coordinadora del estudio, María Georgina Granero, ha supuesto diferentes experiencias según la región. Aún así, ha destacado que todas ellas coinciden en el uso de términos como "desconcierto", "improvisación en decisiones" y protocolos que, a su juicio, se llevaron a cabo con "indicaciones con un cambio y ritmo demasiado veloz".
Del mismo modo, se ha lamentado la forma en la que se restablecieron las visitas durante el Covid-19 ya que, según ha apuntado Granero, las dinámicas que se impusieron, con horarios y, después, con restricciones, convirtieron la política de apertura que caracteriza a estos centros en un modelo de institucionalizacion.
PRESUPUESTO PARA EL NUEVO MODELO
Y con estos datos, el documento propone mejoras basadas, principalmente, en un cambio de modelo del sistema de residencias en España dirigido a un modelo más individualizado. Para la coordinadora del trabajo, con la pandemia han quedado "visibles" las "carencia" del sistema residencial que, a su juicio, deberán ser modificadas a través de la iniciativa que acaban de aprobar el Ministerio de Derechos Sociales y las CCAA este martes. "Y ese nuevo modelo puede aprender mucho de lo vivido", ha apuntado.
A este acuerdo alcanzado por Gobierno y CCAA también se ha referido la directora de COCEMFE, Elena Antelo, quien ha celebrado la iniciativa pero ha pedido al Ejecutivo "que vaya acompañada de medidas presupuestarias que permitan ponerla en marcha".
Antelo ha reconocido que en materia legislativa, España es "pionera" en materia de discapacidad. Pero ha explicado que estas medidas "siempre tienen el handicap" de que "no hay partidas" para su desarrollo.