Publicado 18/11/2024 14:22

Priorizar la calidad de las prestaciones y del empleo, retos en el sector de la dependencia, según informe

Archivo - Una mujer y un hombre con bastón paseando.
Archivo - Una mujer y un hombre con bastón paseando. - Marta Fernández Jara - Europa Press - Archivo

MADRID 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) ha experimentado una evolución "positiva" en los últimos años, gracias al aumento del presupuesto que ha posibilitado una "notable" reducción de las listas de espera, y ahora los retos se centran en mejorar la "calidad" tanto de las prestaciones como del empleo en el sector, según la quinta edición del Observatorio de la Dependencia de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA).

"Una vez que los problemas de cantidad parecen encauzados, va siendo hora de priorizar los temas de calidad: calidad en las prestaciones, especialmente las formales y/o residenciales, y calidad en el empleo, mejorando su formación y su compensación", concluyen los autores del estudio, Sergi Jiménez-Martín y Analía Andrea Viola.

Así, señalan que el SAAD "ha mejorado de manera importante en estos últimos años y sigue en una senda claramente positiva". En concreto, precisan que, desde 2020, se incrementaron las partidas presupuestarias asignadas a la dependencia, no tanto por el aumento de las contribuciones de las CCAA como por el aumento de la contribución del Gobierno central a través de los PGE, que ha crecido en 2.100 millones de euros (251%) en el periodo 2020-2024.

Además, destacan que "el 94% de las solicitudes fueron aprobadas en 2024" y que "el número de personas con derecho a prestación ha disminuido un 3,7% entre 2023 y 2024", aunque "el número de beneficiarios con prestaciones ha aumentado un 6,9%".

Asimismo, ponen de relieve que el limbo de la dependencia ha disminuido "considerablemente" partiendo de las 385.000 personas en lista de espera en 2015 a las 135.400 personas que hay actualmente.

En comparación con otros países, los autores del estudio señalan que España destina el 0,9% del PIB a cuidados de larga duración, cifra "muy inferior" al promedio de los países nórdicos (2,7%-4%), ya que, según apuntan, la dependencia en España se apoya sustancialmente en cuidadores no profesionales.

De esta manera, indican que las personas de 65 años o más reciben ayudas a la dependencia en mayor medida en el hogar en comparación con otros países de la UE y la OCDE.

En cuanto al mercado laboral, según el informe, el sector de la dependencia representa el 3,2% del empleo en España y, en 2024, el empleo en el sector alcanza los 700.000 empleados, un 12% más que en 2023, siendo un 82% de estos empleos, indefinidos.

El estudio pone de manifiesto que la feminización del sector se encuentra en torno al 81% y que la fracción de trabajadores de nacionalidad extranjera (fundamente de origen latinoamericano) "no ha parado de crecer", pasando del 10% en 2008 a casi el 20% en la actualidad. Además, advierte de que estos trabajadores tienen salarios más bajos.

Por ello, los autores del Observatorio consideran que, una vez "encauzado" el problema de acceso a la dependencia, el foco en el sector debería virar hacia "la calidad" de los servicios y la mejora de las condiciones de los trabajadores del sector de la dependencia, tanto en términos de estabilidad como de formación y remuneración.