MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Secretariado Gitano (FSG) ha presentado su Informe anual Discriminación y Comunidad Gitana dedicado, en esta edición, al "impacto de la crisis de la COVID-19 en el racismo y el antigitanismo", una crisis sanitaria que, según ha denunciado la entidad, se ha utilizado como "nuevo pretexto" para el aumento de discursos de odio antigitanos, señalándolos en cuanto a contagios y cumplimientos de las normas sanitarias.
El documento, según ha informado FSG, analiza los 364 casos de discriminación recogidos en toda España por la propia fundación, así como los avances, las buenas prácticas, la jurisprudencia y los litigios estratégicos que ha tratado la FSG de forma más reciente en materia de discriminación.
Tal y como apunta la entidad, el principal mensaje que se ha querido lanzar este año es que la pandemia de la COVID-19 no puede ser "excusa para la discriminación contra las personas gitanas".
La presidenta de FSG, Sara Giménez, ha lamentado que esta situación sanitaria haya "supuesto un nuevo pretexto para el aumento de discursos antigitanos, que vinculaban al pueblo gitano con la transmisión del virus y el incumplimiento de las medidas sanitarias, generando a su vez odio y discriminación".
"Asimismo, el Estado de Alarma que se decretó y la propia pandemia han condicionado las maneras en las que se ejerce discriminación, propiciando un aumento de casos en el ámbito policial, así como en el del acceso a bienes y servicios", ha declarado.
APROBAR LA LEY DE IGUALDAD DE TRATO
En este sentido, el director general de la Fundación, Isidro Rodríguez, ha destacado "la importancia de tener una Ley Integral de Igualdad que proteja y repare a las víctimas de discriminación y un Plan de Acción contra el Racismo". Es, por ese motivo, que desde la entidad se ha urgido al Gobierno y al Parlamento a la aprobación de la Ley de Igualdad de Trato, que está en fase de tramitación en el Congreso, así como la creación, en 2022, de un Plan Estatal de Acción contra el Racismo.
Pero, además, FSG llama a impulsar la formación en derecho antidiscriminatorio a todos los actores implicados --poder judicial, fiscalía, abogacía, y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado--; y a dotar de recursos suficientes a todas las instituciones dedicadas a la lucha contra la discriminación racial o étnica, así como a los programas especializados de apoyo integral a mujeres gitanas.
Estas reclamaciones nacen tras el estudio de los 364 casos de discriminación que la Fundación ha asistido en un año, en su condición de coordinadora del Servicio de Asistencia y Orientación a Víctimas de Discriminación Racial o Étnica y desde el programa Calí, por la Igualdad de las Mujeres Gitanas.
LOS JÓVENES Y LAS MUJERES, LOS MÁS DISCRIMINADOS
Tal y como ha explicado la FSG, los casos más numerosos de discriminación (129) tienen relación con las malas prácticas en medios de comunicación o Internet, a los que hay que sumar los 29 que tienen que ver con la discriminación en redes sociales. 64 son los casos registrados en materia de acceso a bienes y servicios; 31 en materia de vivienda; 28 sobre empleo; 27 sobre Educación; 25 relacionados con los servicios policiales; y 8 en cuestiones de Salud.
Además, hay otros 23 casos registrados incluidos en el apartado de 'otros', entre los que, según ha indicado la entidad, "se incluyen los casos más extremos de delitos de odio".
En cuanto al perfil de las víctimas, se constata que la discriminación afecta mayoritariamente a personas gitanas jóvenes, entre los 16 y los 30 años, y a las mujeres, siendo éstas 148 de las 257 víctimas identificadas.
La Fundación señala como "un buen ejemplo" del impacto de la discriminación es uno de los casos que se relatan en el informe, ocurrido en Santoña (Cantabria). Se trata de un discurso de odio a través de unos audios de WhatsApp donde se acusaba a las personas gitanas de difundir el virus de forma deliberada.