Fachada de una residencia de mayores en Alcorcón (Madrid) - Eduardo Parra - Europa Press
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MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) apuesta por un cambio del modelo de los centros residenciales para mayores una vez finalice la pandemia por el nuevo coronavirus. Según ha afirmado su presidente, José Augusto García Navarro, en una entrevista para Europa Press, el actual modelo requiere una "reflexión".
"Habrá que ver de qué manera habrá que incrementar la atención médica y geriátrica en las residencias de mayores de todo el país", ha señalado García Navarro, que propone potenciar soportes que prestan servicios de geriatría desde hospitales, fomentando los centros de atención intermedias o bien con consultores de geriatría en las mismas residencias. "Ese será el debate", dice.
En cualquier caso, asegura que una vez acabe esta situación tan anómala, "se incrementará seguro la atención médica y de enfermería", aunque en ningún caso las residencias podrán convertirse en hospitales. "No se puede pretender que actúen como hospitales, no tienen recursos humanos, ni capacidad técnica, ni estructura física para poderlo hacer", afirma.
En este sentido, considera que el modelo actual cambiará, pero solo en aquellos casos donde se pueda, ya que la mayoría de centros de este tipo en España son residencias pequeñas. "El 95% de los centros seguirán siendo centros de convivencia", precisa.
Tal y como explica, además de una mayor atención médica (donde se pueda dar oxigenoterapia), el futuro modelo de residencias también tendrá que pasar por un rediseño de los espacios, para que sean más amplias y para estar preparados para situaciones como la actual, si bien comenta que esto no se podrá aplicar a nivel general, como es el caso de las residencias más pequeñas (menos de 25 plazas), que representan el 21% del total de estos centros en España. "Habrá que hacer un plan diferente en función del territorio", añade, pues destaca que en función de la comunidad autónoma, son mayoritarias un tipo de residencia a otra.
García Navarro recuerda que, en el contexto actual, cuando un residente da positivo por Covid-19, hay que aislarlo del resto, pero hay residencias que por sus características no permiten que el aislamiento sea fácil, mientras que en aquellas más pequeñas tipo piso o chalet, es directamente "imposible" hacerlo. Mientras, en las que son más grandes y están estructuradas por módulos o pisos, sí hay más espacio y una mayor presencia de médicos y tratamientos más agresivos.
QUÉ SE PUEDE APRENDER DE LA PANDEMIA
García Navarro comenta que son "muchas" las cosas que se pueden aprender de una situación como la actual a la hora de valorar a las personas mayores. La más importante, según dice, es que "fundamentalmente hay que acompañarlas en todo momento".
Tal y como subraya, "en los grandes hospitales del mundo, las decisiones que afectan a personas mayores, que suponen muchísimo estrés terapéutico, necesitan hacer una evaluación geriátrica previamente". De hecho, indica que si hubiese habido servicios geriátricos en todos los hospitales en estos momentos en España, "se hubiera evitado el debate" de priorizar a pacientes frente a otros mayores de una determinada edad y con patologías previas.
Y es que, a juicio del presidente de la SEGG, es "una tristeza" que las personas mayores acaben muriendo solos y sin despedirse de sus familias. No obstante, para no llegar a estos extremos, tanto en algunos hospitales como en residencias lo que se hace es flexibilizar las medidas cuando el paciente está a punto de morir, permitiendo a algún familiar poder despedirse de él, siempre manteniendo las recomendaciones sanitarias de distanciamiento.
"Es un estrés enorme padecer una enfermedad y no tener la compañía de un familiar, y más en una persona mayor, que lo menos que puede tener es miedo, la situación es trágica", añade García Navarro, que también es partidario de atender psicológicamente tanto a familiares de pacientes mayores como a los propios mayores enfermos.