Las valoraciones de riesgo se hicieron en la mitad de los casos y, la mayoría no detectó que la mujer estuviera en riesgo
MADRID, 26 May. (EUROPA PRESS) -
El año pasado fueron asesinadas en España 73 mujeres por los hombres con quienes mantenían o habían mantenido una relación de pareja. Siete de cada diez nunca denunciaron malos tratos y del resto, la mayoría dijo que estaba siendo víctima de insultos, gritos y amenazas de muerte.
Así se desprende del informe anual del Observatorio de la Violencia Doméstica y de Género adscrito al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que analiza los procedimientos judiciales de las víctimas correspondientes a 2010, año en el que se incrementaron un 32,7 por ciento los asesinatos machistas y en el que, además de 73 mujeres, murieron por esta causa cinco niños, que tenían de media tres años de edad.
En 22 de los asesinatos sí había denuncias previas, que en el 86 por ciento de los casos habían sido presentadas por la propia víctima, bien de forma directa (17 mujeres), bien mediante un atestado policial tras una llamada realizada por ella (9 mujeres). En los ocho crímenes restantes, fueron atestados policiales de oficio con o sin llamada de terceros.
El informe indica que 14 de estas mujeres pusieron una única denuncia mientras que seis mujeres presentaron dos y otras dos, lo hicieron al menos en tres ocasiones. De todos los atestados policiales un 40 por ciento se quedó en nada porque la mujer se negó a ratificar lo denunciado. En total, un 36% de las denunciantes renunció a seguir con el proceso.
En total, siete de cada diez mujeres denunciaron amenazas de muerte, un 82 por ciento refirieron gritos, insultos y abusos verbales; hasta diez mujeres manifestaron haber sido amenazadas con armas, siete dijeron que habían sido golpeadas y otras seis, empujadas o agarradas. Además, una de ellas refirió violencia física extrema. De las 22 denunciantes, media docena adjuntó un parte de lesiones.
"Es importante conocer la naturaleza de los hechos que las mujeres denuncian para comprender que el maltrato es una cuestión de dominio y control que no se limita a agresiones físicas", explica el informe, que reseña otros comportamientos de maltratadores denunciados por quienes acabaron siendo asesinadas, como intento de violación, encierros en la vivienda o amenazas sobre los hijos.
El Observatorio, alerta de que "los hechos puntuales referidos por las víctimas en el momento de interponer la denuncia, si no son entendidos como muestra de un contexto de subordinación, pueden llevar a su minimización y, en consecuencia, a una valoración que no reviste mayor riesgo para la víctima". En todos los casos, "ellas enfatizan" que lo denunciado se produce "para evitar la separación" o en calidad de "represalias por desafiar la autoridad" del agresor.
Para la presidenta del Observatorio, Inmaculada Montalbán, esto "demuestra que el asesinato no es un hecho aislado, súbito o repentino, sino que viene precedido de insultos o vejaciones que constituyen un indicador de riesgo". "El estudio confirma que las amenazas, y el miedo expresado por la mujer, son los primeros signos de alerta", ha añadido.
En la mitad de los procedimientos examinados por el Observatorio no consta la Valoración Policial del Riesgo, que sólo figura en 15 de los 30 casos. Además, sólo en uno se apreció "riesgo extremo" y en otro "riesgo alto" para las mujeres que finalmente fueron asesinadas. Del resto de las víctimas se dijo que estaban en riesgo bajo (7 casos), medio (5 casos) o que no se apreciaba riesgo (1 caso).
"Del estudio se desprende la necesidad de proceder al despliegue generalizado de las Unidades de Valoración Forense Integral, con plantilla adecuada y formación especializada, que pueda ofrecer una valoración pericial del riesgo en un plazo temporal adecuado", ha señalado Montalbán, para reclamar que los jueces dispongan de estos medios.
En esta línea, 17 de las 22 denunciantes solicitaron una medida de protección (un 5% menos que en 2009) y de ellas se concedieron 14, mientras que dos fueron denegadas por "no apreciarse situación objetiva de riesgo para la víctima". En uno de los casos el Ministerio Fiscal no interesó la orden y en el otro, fue la víctima quien la rechazó.
MÁS JÓVENES
El informe arroja además, datos estadísticos sobre el perfil de las mujeres asesinadas el año pasado y destaca un descenso en la edad media de las fallecidas, que pasó de los 44 años en 2009 a los 41 en 2010. El 38 por ciento eran extranjeras, lo que indica, de nuevo, una sobre representación de este colectivo que no llega a ser el 12% del conjunto de la sociedad.
Al menos 33 de las mujeres asesinadas tenían hijos y en cuatro casos también fueron asesinados. En total murieron cinco niños en crímenes múltiples de violencia de género y tenían una edad media de 3 años y 4 meses.
En cuanto al crimen en sí, el 74 por ciento de las mujeres fueron asaltadas en el domicilio. En un 18% de los casos, el agresor se suicidó tras matar a su víctima -frente al 24% registrado en 2009-; otro 16% intentó suicidarse y un 12% se entregó a la policía. En el 46% de los casos el agresor fue detenido poco después y un 8% huyó.
Al ser denunciados, el 77% de estos hombres negaron haber cometido los hechos y cuatro de ellos, lo minimizaron, mientras tres se negaron a declarar.
VIOLENCIA DOMÉSTICA
Por otra parte, en cuanto a violencia doméstica, el informe señala que siete hombres resultaron asesinados el año pasado a manos de sus parejas o ex parejas, frente a los diez crímenes registrados un año antes. De ellos, seis murieron a manos de una mujer y uno a manos de otro hombre.
La edad media de los hombres muertos fue de 42,6 años, cuatro de ellos eran españoles y tres, extranjeros. El informe indica que todos mantenían la convivencia con quien les dio muerte en el momento del crimen. Sólo en un caso se produjo denuncia previa, por parte de la mujer.