MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
El proyecto 'bbMiradas', iniciado en 2018 por Fundación Miradas y la Asociación Autismo Burgos, ha conseguido muy buenos resultados en la detección precoz de los Trastornos del Espectro Autista (TEA) en bebés de menos de 4 meses, lo que ha llevado a la Confederación Autismo España a transferirlo a sus entidades en el resto de la geografía española.
Tal y como ha explicado la Fundación a Europa Press, se trata de "un hito" que "puede significar una mejora cualitativa en la calidad de vida de las familias y de los propios niños con espectro autista, pues les permite tener cuanto antes un diagnóstico y paliar las consecuencias que puedan afectarles, más allá de lo que supone dar con un nombre de aquello que puedes observar como un comportamiento extraño en un bebé pero sin saber muy bien por qué".
Y es que, según ha indicado la entidad, la edad actual en la que se detecta el autismo, aunque no es fija, oscila entre los 3 y los 5 años del niño.
Para lograr esta detección precoz se ha usado big data e inteligencia artificial. A través de esta tecnología se pueden "predecir patrones de vulnerabilidad".
"Este es un claro ejemplo de cómo la tecnología puede ponerse al servicio en este caso de la salud de las personas para conocernos mejor y actuar antes desde la prevención y el pronto diagnóstico", ha apuntado la Fundación Miradas.
DATOS PARA AVANZAR EN CALIDAD DE VIDA
Del mismo modo, ha destacado que la participación de la Confederación Autismo España en este proyecto permite avanzar en el trabajo porque las organizaciones que trabajan con los mas vulnerables "poseen una inmensidad de datos de hábitos y comportamientos de sus usuarios" que, antes de esta iniciativa, no se usaban "para nada más allá de reflejar un estado presente".
A su juicio, en aquellas organizaciones donde ya hay un proyecto para analizar los datos y tomar decisiones basadas en estos datos, se consiguen grandes avances en diferentes aspectos, pero principalmente en la mejora de la calidad de vida de las personas.
Del mismo modo, ha indicado que la ONG ha conseguido una alianza con el hospital público de Burgos y lo ofrece como un servicio público más, de forma que para el usuario "es transparente quien le ofrece este servicio y se convierte en una colaboración del tercer sector con la administración pública a nivel local y una forma de encontrar sinergias con el fin de trabajar por el mismo fin".
"Un TEA no se puede diagnosticar de manera sencilla. Hacen falta una serie de pruebas para detectarlo en función de las reacciones que tenga, en este caso, el bebé", han recordado los expertos.
SEGUIMIENTO, EXPLORACIONES Y ENTREVISTAS
En este sentido, han explicado que el proyecto se estructura en un proceso de 11 consultas en las que se realizan las mediciones necesarias por el seguimiento visual, así como exploraciones neurológicas, entrevistas a los padres y otra serie de cuestionarios que permiten evaluar las diferentes áreas de neurodesarrollo de los bebés.
Además, han señalado que cada uno de los trastornos del espectro autista tiene sus peculiaridades. Es por ello que se debe realizar un plan de desarrollo individualizado para cada uno, y uno de los pilares en que se apoya este sistema es la familia.
Así, la unidad familiar es considerada como el mayor estimulador en el proceso del desarrollo de un bebé, por lo que el papel de la familia para minimizar el impacto del trastorno en su vida es imprescindible.