MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) ha lanzado una guía sobre cómo actuar si se sospecha o detecta que un menor está en situación de riesgo por desamparo, abusos o acoso escolar, entre otros, y qué recursos existen para estos casos.
Así, en un decálogo explica las pautas que deben seguirse desde la familia o el entorno para actuar de forma rápida y evitar así la situación de desprotección y riesgo. Esta fundación atiende todos los días una media de 1.200 llamadas, de las que al menos tres responden a casos muy graves que requieren de algún tipo de intervención.
Entre las recomendaciones, insta a actuar con urgencia y no esperar porque las primeras horas "pueden ser decisivas para salar la vida de un niño o niña o evitar la exposición a una nueva situación de maltrato".
Además, esta organización advierte de que existe la obligación legal de no inhibirse ante casos de este tipo: "todo adulto conocedor de una situación de riesgo a un menor de edad está obligado por ley a dar traslado a las autoridades competentes, además de prestar auxilio inmediato".
Por ello, ha elaborado la siguiente guía:
- Llamar al Teléfono ANAR de la Familia y los Centros Escolares (600 50 51 52) o escribir al Chat ANAR ante cualquier sospecha de una situación en que un menor de edad puede estar en riesgo.
- Ambos servicios son anónimos y confidenciales y atendidos por orientadores psicólogos, apoyados por abogados y trabajadores sociales. No hay que tener miedo de contarlo.
- No esperar para actuar. Las primeras horas pueden ser decisivas para salvar la vida de un niño/a o evitar la exposición a una nueva situación de maltrato.
- Recabar información que permita identificar el riesgo real en el que se encuentra el menor y, llegado el caso, poder trasladarlo a los organismo competentes para que actúen cuanto antes.
- Cada caso es único. Quien lo detecte debe describir lo mejor posible la situación que padece el menor porque es determinante para identificar la emergencia y el riesgo concreto.
- En caso de peligro inminente para la integridad física del menor, llamar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o a Emergencias 112.
- Si el menor está con la persona que ha detectado el peligro, esta debe evitar que regrese con su agresor.
- Si el menor está en la calle, intentar que permanezca en un lugar público determinado --cafetería, tienda, etc-- hasta que la ayuda de los organismos competentes de su seguridad, se haga efectiva.
- Obligación legal de actuar. Todo adulto conocedor de una situación de riesgo a un menor está obligado por ley a dar traslado a las autoridades competentes y a prestar auxilio inmediato.
- Ponerse en su lugar. Si un adulto tiene miedo a intervenir por las posibles represalias, un niño o niña mucho más.