MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Genealogía Hispana (Hispagen) ha apostado por el actual modelo de registro de apellidos en España, al entender que se trata del "mejor" para las investigaciones históricas, gracias a la pervivencia de dos apellidos de familias distintas.
Según ha explicado un portavoz de la asociación a Europa Press, el actual registro de apellidos español sigue "la línea patrilineal y matrilineal", lo que facilita el conocimiento e investigación de las ramas genealógicas, a diferencia de otros modelos en Europa o Estados Unidos.
Así, este portavoz ha señalado que en el caso de los modelos de registro en países anglosajones no contar con el apellido de la madre "hace muy difícil" seguir la genealogía a partir de la segunda generación. Respecto al modelo portugués, por ejemplo, ponen "a su aire" los apellidos, por lo que no existe un criterio "unívoco" --algo que podría ocurrir en España en caso de salir adelante el proyecto de Ley del Registro Civil--.
Por otra parte, el hecho de que los apellidos dependan del orden alfabético en caso de no haber acuerdo entre los padres afectaría a genealogías "importantes". Es el caso de gran parte de los apellidos vascos, que son nobles por hidalguía por orden de un emperador español y con predominio de la 'z' al comienzo de su escritura.
El origen del registro de los apellidos en España es una "casualidad histórica" que tuvo su origen con el Concilio de Trento, en el año 1545. Uno de los convocantes de esta reunión, el emperador Carlos I de España, impuso en esta convocatoria la medida de anotar los apellidos en libros eclesiales, si bien su intención era la "limpieza de sangre y no la genealógica".
Posteriormente, esta tradición de anotación en los libros eclesiales fue complementada en el año 1870 con la aparición del Registro Civil. Entre ambas épocas, se dieron algunos censos ordenados por los dirigentes españoles aunque "poco exhaustivos y con carácter económico".