VIGO 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha ratificado la absolución de un juzgado vigués a una madre acusada de abandono de familia por educar a su hijo en casa --estuvo escolarizado 6 días--, tras desestimar el recurso impuesto por la Fiscalía. Contra esta resolución no cabe recurso.
El tribunal provincial recuerda que en la sentencia apelada se declaró probado que "la acusada ofrece a su hijo una enseñanza básica, al margen del sistema escolar" y apunta que basó esta conclusión probatoria en "la declaración testifical de la directora y el orientador del colegio en el que estuvo escolarizado el menor" --durante 6 días, pues posteriormente volvió a la educación en casa--.
Así, indica que, ante la posibilidad de que ahora, en la segunda instancia, se llevase a cabo "una nueva valoración de las pruebas con resultados diferentes a la realizada por el juez ante el que se practicaron las mismas", el principio de inmediación hace que "hayan de mantenerse los juicios sobre la credibilidad el testimonio realizados por el juez que vio y oyó al testigo, pues es éste quien pudo percibir los gestos, expresiones y, en general, la forma en que la declaración se presta". En ese sentido, recuerda que la forma de realizar la declaración "resulta indispensable" a la hora de valorarla.
En declaraciones a Europa Press, el abogado de la acusada, Francisco Javier Fernández Tarrío, explicó que la resolución judicial viene a decir que "a la que compete valorar la prueba" es la jueza de primera instancia --que en este caso fue la titular del Penal número 2 de Vigo--.
"BARBARIDAD"
El letrado de A.R.L.V. consideró una "barbaridad" y algo "desproporcionado" que en este caso de educación en casa la Fiscalía hubiese acudido directamente a la vía penal, sin pasar antes por la civil, y, en cuanto al recurso presentado a la sentencia, juzgó que el Ministerio Público "aportó argumentos peregrinos".
Finalmente, Francisco Javier Fernández Tarrío estimó que, con la apelación, la Fiscalía tenía la intención de evitar que "la gente se anime a educar en casa a sus hijos", una cuestión que, según recordó, en otros países está reglada.