MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
Casi el 20% de los niños españoles menores de 10 años ya tiene teléfono móvil, un porcentaje que aumenta hasta el 25% a los 12 años, según el XII Barómetro de las Familias en España de la fundación The Family Watch.
El estudio, realizado por la empresa de investigación GAD3 mediante una encuesta online a 1.002 hogares de España, revela que, "a pesar de que los expertos recomiendan no exponer a las pantallas sin control antes de los 16 años, las familias españolas reconocen que cada vez les dan un móvil a sus hijos a más temprana edad".
En cualquier caso, los padres también reconocen el "impacto negativo" que la sobreexposición a Internet tiene en sus hijos, sobre todo, en el ámbito de la salud mental.
Así, las familias entrevistadas consideran que los principales motivos para el deterioro de la salud mental de los jóvenes son la influencia de las redes sociales (53%), el aumento del bulling en los colegios (43%), muy relacionado con Internet, ya que "el patio del colegio se traslada a las redes sociales" y la baja autoestima (39%).
En cuanto a las soluciones que proponen, casi un 60% de los encuestados considera que son las propias familias las que deben participar, como principal actor social, para reducir el impacto de las redes sociales en los jóvenes y las que deben tener la responsabilidad fundamental en su gestión y en la educación de los menores.
El 70% de las familias cree que una de las soluciones pasaría por mejorar la comunicación entre padres e hijos, algo que "con la falta de conciliación, se hace difícil, ya que emprobece las relaciones familiares", según señala The Family Watch.
"Los datos de alarma cada vez son más claros: el acceso sin control y sin educación a Internet por parte de los menores está haciendo mella en sus salud mental. No podemos dejarles entrar en Internet, sin dotar a los menores de herramientas para enfrentarse a todo lo que allí se van a encontrar. En este sentido, una vez más el papel de las familias es esencial", ha valorado la directora general de la Fundación The Family Watch, María José Olesti.