MADRID, 2 May. (EUROPA PRESS) -
En un aula con 30 niños en España, nueve han sufrido acoso escolar u otro tipo de violencia en la escuela en algún momento de su vida, lo que supone que casi dos de cada tres alumnos han sufrido bullying o violencia escolar.
Así lo refleja una encuesta realizada por Educo a más de 1.000 adolescentes con motivo del Día Internacional contra el Acoso Escolar, que se celebra este jueves 2 de mayo.
El 29,5% de los jóvenes afirma que había sufrido bullying u otro tipo de violencia en el colegio (eso incluye toda acción, omisión o trato negligente, ya sea entre pares o con personas adultas), el 59,1% dijo que no y un 11,4% no lo sabía o prefirió no contestar.
"Son cifras muy elevadas, por encima de otras que han salido recientemente. Cuando preguntamos directamente a niños y niñas sobre la violencia que han sufrido en la escuela, sin especificar en qué periodo de su vida, nos damos cuenta de que este problema afecta a casi 1 de cada 3", afirma la directora general de Educo, Pilar Orenes.
La directora general de la ONG advierte de que las cifras "aún podrían ser más altas" porque solo se ve "la punta del iceberg", ya que, en sus palabras, "no es fácil denunciar la violencia, y a veces está tan normalizada que niños y niñas no la identifican como tal". Por ello, destaca que "urge tener datos fiables y consensuados para responder adecuadamente a este problema".
Educo, con su metodología PROTEGEmos, ayuda a todo tipo de entidades que trabajan con la infancia a prevenir la violencia y promover el buen trato.
Con motivo de la celebración del Día Internacional del Acoso Escolar, la ONG también pone el foco en el uso de Internet para acosar a niños; el llamado ciberbullying.
"El acoso es algo que puede empezar en la escuela y seguir luego en casa, con mensajes agresivos y desagradables enviados a través de las redes sociales u otras aplicaciones. A veces es al revés, y este acoso empieza fuera de las aulas, pero continua dentro de la escuela. Para los niños, el mundo offline y el online son parte de lo mismo. Sea como sea, para acabar con estas dinámicas que dañan el bienestar y la salud mental de la infancia es muy importante la detección rápida y la prevención", explica Orenes.
Para la directora general de Educo, la escuela "debe ser un entorno seguro" y, por eso, la figura del Coordinador de Bienestar en los centros educativos "debe ser una de las claves para acabar con el acoso escolar dentro y fuera del espacio educativo". "Pero es necesario que esta figura tenga el respaldo de la administración, tiempo para formarse y presupuesto, algo que no está pasando en todos los colegios", advierte.
MEDIDAS PARA PREVENIR EL ACOSO ESCOLAR EN LAS AULAS
Con el objetivo de prevenir el acoso escolar en las aulas, Aldeas Infantiles SOS ha reclamado una serie de medidas, entre las que destaca que la formación del profesorado para prevenir el acoso escolar y actuar cuando se produce "debe formar parte de los planes de estudios de todas las carreras relacionadas con la docencia y ser continua mientras ejerzan su profesión".
La ONG también defiende que la educación en valores ha de estar incluida en los currículos oficiales de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, para aportar a los niños y adolescentes las herramientas que les permitan no recurrir a la violencia; o que la aplicación de los protocolos de actuación frente a presuntos casos de acoso escolar ha de estar a cargo de especialistas ajenos a los centros educativos.
El acceso de las familias a información es para Aldeas Infantiles "esencial" para que aprendan a detectar los indicios de que sus hijos puedan estar sufriendo acoso: alteraciones en su estado de ánimo o comportamiento, como tristeza o irritabilidad, o en su lenguaje corporal, evitar ir al colegio e incluso salir de casa.
Además, la organización señala que las campañas de sensibilización que lleguen a toda la sociedad "son imprescindibles" para generar conciencia; y alerta de que sin estadísticas oficiales fiables que reflejen la realidad en torno al acoso escolar y permitan realizar un seguimiento, "no es posible erradicarlo con garantías de éxito".
PROPUESTAS DE EXPERTOS CONTRA EL ACOSO ESCOLAR
Uno de los grandes que plantea el acoso escolar es el espacio digital. En este sentido, la directora del Grado en Psicología de la Universitat Abat Oliba CEU, Salud Porras, explica que los padres deben ser conscientes de que, a causa de la presencia de dispositivos digitales, "el hogar ya no es el lugar de seguridad que siempre había sido".
"Ante esta realidad, es preciso que los padres adopten medidas de acompañamiento y supervisión del uso de estos dispositivos por parte de sus hijos. También es fundamental que las familias reciban formación sobre cuáles son las amenazas que existen en el medio digital y la mejor forma de prevenirlas", aconseja Porras.
En este contexto, el director de los Grados de Educación Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad CEU San Pablo, Eduardo Baura García, resalta que el futuro docente "necesita tener claro qué condiciones deben darse para poder calificar una relación entre alumnos como acoso escolar".
En segundo lugar, subraya que los futuros docentes "deben saber que la prudencia, la empatía y la asertividad son virtudes y habilidades fundamentales que les permitirán saber manejar las situaciones de acoso de la mejor manera posible, logrando poner fin a esa situación de abuso y ayudando a todos los alumnos a saber extraer lecciones vitales de cara a su crecimiento como personas".
Asimismo, la coordinadora y profesora del Ciclo Superior en Educación Infantil CEU FP Sevilla, María Esteban, lamenta que el acoso escolar sea un problema que en España sufren "multitud de menores". "Nuestro sistema educativo debe poner en marcha planes contundentes que cambien el panorama con el que tienen que convivir tantos niños y adolescentes durante su periodo escolar", propone.
Ante la importancia que la tecnología cobra en el día a día de los jóvenes y cómo esta puede convertirse en una herramienta para luchar con acoso escolar y el ciberacoso, la marca SPC incide en la importancia de que los padres se sirvan de softwares de control parental para que en todo momento sepan qué hacen los menores en sus dispositivos y puedan limitar los accesos a ciertas apps o webs, así como el tiempo de uso de los equipos tecnológicos o de ciertas aplicaciones.
También aconseja enseñar a los niños que las contraseñas de las cuentas y perfiles sociales "sólo las deben conocer ellos y, como mucho, sus padres si así lo han decidido en el ámbito familiar". Los más pequeños han de saber que si un menor decide etiquetar a otro en una publicación en las redes, o bien comparte unas imágenes o un vídeo acompañado por otro usuario, debe solicitarle antes permiso.
Lo mismo ocurre si el pequeño decide compartir una fotografía o vídeo suyo: debe conocer la importancia de lo que está haciendo y saber que ya no va a poder tener ningún control sobre esa imagen que ha enviado. Tampoco deben compartir información suya, como el nombre de su colegio o dónde viven, a los usuarios de Internet, ya que no se sabe quién se esconde detrás de un perfil o pseudónimo.