Actualizado 12/01/2017 16:27

Entreculturas ha facilitado la matriculación de 18.700 escolares en los 7 años desde el terremoto de Haití

Escuela de fe y alegría en Haití
Escuela de fe y alegría en Haití - ENTRECULTURAS

   MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

   La ONG Entreculturas ha facilitado la matriculación de 18.700 alumnos en educación primaria y secundaria y ha formado a 3.800 personas en educación técnica desde que tuvo lugar el terremoto de Haití hace siete años que provocó la destrucción de 5.000 escuelas y la inaccesibilidad de la educación para 500.000 niños y niñas.

   "El 12 de Enero es una fecha muy señalada para el pueblo haitiano, pese al bullicio y tráfico que siempre hay en Puerto Príncipe, en este día hay un ambiente silencioso. De hecho, la mayoría de la población recuerda exactamente donde estaba ese día, como si todo comenzara a las 16:53 del 12 de enero del 2010", explica Pilar López-Dafonte Suanzes, técnica expatriada de proyectos de Entreculturas en el Caribe que llegó a Haití nueve meses después del terremoto.

   Siete años después, Haití continúa estando entre los 20 países menos desarrollados del mundo, donde más de la mitad de la población vive bajo el umbral de la pobreza y los niveles de desigualdad se sitúan entre los más altos de América Latina. "A pesar de ello, se han logrado importantes avances en la reconstrucción", señala la cooperante quien opina que el principal desafío para la sostenibilidad del país es "la construcción de un Estado de Derecho que vele y proteja a su población".

   En siete años, Entreculturas junto con su socio Fe y Alegría que trabajaban en Haití antes del terremoto, han pasado de gestionar dos escuelas a constituir una red de 17 Centros Educativos distribuidos entre las 5 regiones mas vulnerables del país. Por ello, para López-Dafonte "Entreculturas ha contribuido de una forma determinante a tejer y reconstruir en Haití uno de los principales Derechos Fundamentales que es la Educación". Además de ampliar y mejorar la cobertura educativa, estableciendo nuevas y mejores instalaciones educativas de la red de centros de Fe y Alegría, se ha trabajado en el fortalecimiento de la educación pública formando a los docentes y en la educación para el trabajo.

   Así, gracias a los fondos recaudados en el Programa de Atención a la Emergencia y de Reconstrucción se han logrado contruir 41 nuevas aulas, a las que asisten 1.880 alumnos por año; se ha contribuido a la formación de 400 nuevos profesores y profesoras y han ofrecido formación técnica en 13 disciplinas a 2.845 jóvenes.

EL HURACÁN MATTHEW 

   Tras este esfuerzo y "cuando parecía que todo estaba volviendo a la normalidad, el pasado 4 de octubre el huracán Matthew arrasó la costa suroeste del país y parte de República Dominicana y Cuba", recuerda López-Dafonte. El desastre natural afectó a 2,1 millones de personas, de las cuales 894.000 son niños y niñas.

   "La situación actual tras el huracán Matthew es de una grave inseguridad alimentaria, la región más afectada era considerada el principal proveedor de frutas y verduras locales del país y ahora existe una escasez de alimentos que afecta a la totalidad del país", explica la cooperante. Además, las intensas lluvias provocaron una epidemia del cólera y las escuelas se convirtieron en un refugio para aquellas familias que habían perdido sus viviendas, interrumpiendo el ciclo escolar. "La llegada de Matthew ha demostrado que Haití sigue siendo vulnerable a los desastres naturales, propiciada por una deforestación y degradación del ecosistema que aumenta la vulnerabilidad del país", concluye.

   Desde el primer momento, Entreculturas junto con Fe y Alegría activaron su protocolo de emergencia ya que de las 17 escuelas que gestionan en Haití, 10 se encuentran en las zonas más afectadas, lo que implica a 1.777 alumnos/as (865 niños y 912 niñas) y 163 personas de la plantilla escolar. La comunidad de Desormeaux fue la más afectada donde fallecieron dos personas y la mayoría de las familias perdieron su vivienda y medios de vida.

   El protocolo de emergencia ha tenido dos fases. En la primera, el objetivo fue dar respuesta inmediata a las necesidades báscias de víveres y albergue así como lograr la normalización de la vida escolar en los centros escolares. Un mes después del paso del huracán Matthew se impulsó el regreso a las aulas entregando material escolar en los centros además de alimentos para los comedores escolares.

   En la segunda fase, el objetivo es establecer estrategias duraderas en el tiempo para permitir a las comunidades afectadas lograr su auto sostenibilidad. Así, se han rehabilitado infraestructuras escolares, se han repartido kits de semillas, herramientas agrícolas e insecticidas a 300 familias de Desormaux y se está elaborando un manual para la prevención y mitigación de desastres manuales.

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