MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
La mitad de los niños del mundo, o lo que es lo mismo, mil millones cada año, sufren violencia física, sexual o psicológica y los países no consiguen poner fin a estas situaciones, según un informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF, UNESCO, la Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la violencia contra los niños y la Asociación para poner fin a la violencia.
El estudio, titulado 'Informe sobre la situación mundial de la prevención de la violencia contra los niños 2020' y publicado este jueves 18 de junio revela que cada año, uno de cada dos niños de 2 a 17 años es víctima de algún tipo de violencia y que cerca de 300 millones de niños de 2 a 4 años a menudo se ven sometidos a castigos violentos a manos de sus cuidadores.
Además, muestra que una tercera parte de los estudiantes de 11 a 15 años en el mundo han sido víctimas de intimidación por parte de sus padres en el último mes, y calcula que 120 millones de niñas han tenido algún tipo de contacto sexual contra su voluntad antes de cumplir los 20 años.
Los autores del estudio también señalan que la violencia emocional afecta a uno de cada tres niños, y que uno de cada cuatro vive con una madre cuya pareja la trata con violencia.
40.000 NIÑOS VÍCTIMAS DE HOMICIDIOS
Del informe también se desprende que 40.150 niños en el mundo fueron víctimas de homicidios en el año 2017. En concreto, indica que la tasa mundial de homicidios en el grupo de 0 a 17 años fue de 1,7 por 100.000 habitantes y la tasa observada en los varones (2,4) fue el doble de la observada en las mujeres (1,1).
Además, los autores del estudio señalan que la pandemia del COVID-19 y las medidas que las sociedades han tomado frente a ella han influido "enormemente" en la prevalencia de actos de violencia contra los niños y advierten de que "lo más probable es que tengan consecuencias adversas de larga duración".
Entre otras, señalan: trastornos mentales y trastornos por ansiedad; comportamientos peligrosos, tales como el abuso del alcohol y las drogas, el tabaquismo y las prácticas sexuales de riesgo; enfermedades crónicas, tales como el cáncer, la diabetes y las cardiopatías; enfermedades infecciosas, como la infección por el VIH; y problemas sociales, entre ellos, el mal aprovechamiento escolar, una mayor participación en actos de violencia, y la delincuencia.
El coste económico de estas consecuencias es "enorme", según precisan. Por ejemplo, señalan que en los Estados Unidos se calcula que el coste sumado a lo largo de la vida del maltrato infantil ocurrido en un año asciende a 428.000 millonesde euros, y en las zonas de Asia oriental y el Pacífico, se estima que el coste sería equivalente al 1,4% a 2,5% del producto interior bruto anual de la región.
NUNCA HAY EXCUSA
"Nunca hay ninguna excusa para la violencia contra los niños", ha subrayado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien ha instado a todos los países a implementar las herramientas para prevenirla. "Proteger la salud y el bienestar de los niños son fundamentales para proteger nuestra salud y bienestar colectivos, ahora y en el futuro", ha asegurado.
Este informe es el primero de su tipo, registrando el progreso en 155 países en el marco de 'INSPIRE', un conjunto de siete estrategias para prevenir y responder a la violencia contra los niños. Los autores señalan una clara necesidad en todos los países de ampliar los esfuerzos para prevenir la violencia contra los menores.
Mientras que casi todos los países (88%) tienen leyes para proteger a los niños contra la violencia, menos de la mitad de ellos (47%) dijeron que se estaban aplicando con fuerza.
"La violencia contra los niños siempre ha sido generalizada, y ahora las cosas podrían empeorar mucho", ha avisado la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. Según ha precisado, los bloqueos, el cierre de escuelas y las restricciones de movimiento han dejado a demasiados niños "atrapados con sus abusadores". Por ello, ha propuesto designar a los trabajadores de servicios sociales como esenciales y fortalecer las líneas de ayuda para niños.
De las estrategias de INSPIRE, el acceso a las escuelas a través de la inscripción mostró el mayor progreso con un 54% de los países que aseguraron estar llegando a un número suficiente de niños de esta manera. Entre el 32% y el 37% de los países indicaron que las víctimas de violencia podían acceder a los servicios de apoyo, mientras que el 26% de los países ofrecieron programas de apoyo para padres y cuidadores.
EL 80% DE PAÍSES TIENE PLANES DE ACCIÓN
Aunque la mayoría de los países (83%) tienen datos nacionales sobre la violencia contra los niños, solo el 21% los utilizó para establecer líneas de base y objetivos nacionales para prevenir y responder a la violencia contra los niños, según el estudio. También precisa que alrededor del 80% de los países tienen planes de acción y políticas nacionales, pero solo una quinta parte tiene planes que están totalmente financiados o tienen objetivos medibles.
Ante la pandemia del COVID-19, los autores también ponen de manifiesto que ha aumentado el acoso escolar. "Ahora, cuando las escuelas comienzan a abrir de nuevo, los niños expresan sus temores por volver a la escuela", ha señalado la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, al tiempo que ha apelado a la "responsabilidad colectiva de garantizar que las escuelas sean entornos seguros para todos los niños".
Para la Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia, Najat Maalla M'jid, es necesario "un marco unificado, multisectorial y de derechos del niño" así como "una fuerte movilización de los gobiernos, donantes bilaterales y multilaterales, de la sociedad civil y del sector privado" para responder a esta crisis generada por la pandemia. Asimismo, ha subrayado la importancia de que los menores participen. "Sus opiniones deben ser escuchadas y verdaderamente tomadas en cuenta", ha zanjado.