Publicado 19/11/2019 14:52

El "monstruo invisible" del hambre en Filipinas, un corto de los hermanos Fesser y Acción contra el Hambre

Los hermanos Javier y Guillermo Fesser y Acción Contra el Hambre presentan el corto 'El monstruo invisible' sobre el hambre en Filipinas
Los hermanos Javier y Guillermo Fesser y Acción Contra el Hambre presentan el corto 'El monstruo invisible' sobre el hambre en Filipinas - ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE

   MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Acción Contra el Hambre se ha aliado con los hermanos Javier y Guillermo Fesser para rodar un corto-documental con el que denuncian el "monstruo invisible" del hambre que sufren muchos niños en Filipinas. "Queremos que el espectador pase de pensar en la caridad y a pensar en la justicia, que se pregunte por qué esta gente no tiene acceso a la educación o al transporte, como solución contra el hambre", ha señalado Guillermo Fesser.

   Esta film se rodó durante varias semanas del pasado año en el vertedero de Papandayan, en donde trabaja Aminodín, de 8 años, separando las botellas y las latas de la basura para poder venderlas después. Entre los montones de bolsas, Aminodin come de los restos que encuentra para "matar al monstruo invisible", fabrica cometas y juega con móviles rotos junto a sus amigos que también trabajan allí.

   El pequeño tiene un lema de vida que su padre le ha enseñado, "las personas alegres viven más". Por eso le preocupa que su primo Aliman haya perdido la suya cuando en la ciudad de Marawi en la que vivía se inició una guerra. Mientras Aliman pasa sus días tristes en un campo de refugiados, Aminodin idea un plan para que vuelva a sonreír.

   Tal y como han explicado los hermanos Fesser, este corto es la última parte de la trilogía formada por 'La gran idea' (nominada al Oscar en 2007) y 'Bienvenidos'. En este caso, la obra lleva por título 'El monstruo invisible' y se centra en el hambre crónica que, según ha señalado Acción Contra el Hambre, sufren 1 de cada cinco niños en todo el mundo.

ESPERAN PROYECTARLA EN COLEGIOS

   El nombre del proyecto es consecuencia de los efectos que esta situación tiene en los menores y que no son visibles a simple vista, como la falta de desarrollo físico (baja talla-altura) o cognitivo desde la infancia. "Una nutrición adecuada puede romper el círculo vicioso pobreza-desnutrición, dando la oportunidad de que los niños puedan desarrollar sus capacidades y su potencial", apunta la ONG.

   Y este es el mensaje que esperan mandar Javier y Guillermo Fesser con su guión. Según han explicado, el rodaje comenzó con una visita sobre el terreno del territorio en el que después se iba a desarrollar la historia. Los directores apuntaron aquellas historias que les llamaban la atención y después las unieron para mostrar la realidad del lugar. Es decir, en la película, todos los personajes hacen de ellos mismos, el día a día que muestran ante la cámara es la suya, la única 'ficción' es su relación personal.

   El objetivo es, ahora, mover esta historia en festivales internacionales y, según ha indicado Acción Contra el Hambre, están negociando con diferentes plataformas audiovisuales para que pueda llegar al gran público. Pero, este corto también se hará llegar al mayor número posible de colegios en toda España, pues los menores son el público objetivo de este proyecto.

LA FELICIDAD ESTÁ EN LO FÍSICO Y NO EN LO MATERIAL

   Los implicados en este proyecto quieren que los niños entiendan que la falta de educación, de acceso a un trabajo digno, al transporte o al comercio para poder tener una camiseta limpia es una de los motivo del hambre en el mundo y que lo que necesita la gente necesitada es "dignidad", tal y como ha denunciado Guillermo Fesser durante la presentación del corto.

   "Que se den cuenta de que la mejor solución contra el hambre no es sólo cuestión de enviarles comida", ha añadido. Fesser también considera un "mensaje interesante" para los niños que vean esta película, que la felicidad del ser humano está más en la parte física, como los abrazos o la compañía, que en lo material. "Estos niños se mueven por instintos básicos", ha apuntado.

   Pero, además, Javier Fesser ha destacado las "contradicciones" que pueden verse en la película, como la cantidad de puestos de "chuches" y "refrescos" que existen y que "son lo de menos" para estos niños que pasan hambre.

   Para Javier Fesser, lo peor es que "la situación de esta gente es susceptible de empeorar", como también recoge el corto cuando explica que la guerra implica que la gente consume menos y, por tanto, hay menos basura para los que trabajan en el vertedero. "Este corto muestra otra de las mentiras de la macroeconomía. Hay gente que está al margen de las buenísimas noticias del crecimiento económico", ha denunciado.