MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha subrayado la necesidad de reforzar el Pacto de Estado contra la pobreza infantil y ha destacado el papel "clave" de las ONGD en el despliegue territorial de las políticas de infancia.
Así lo ha puesto de manifiesto este viernes, en el marco de una reunión en Sevilla con representantes de la Coordinadora Andaluza de ONGD (CAONGD), que integra a casi un centenar de entidades y seis plataformas provinciales.
Rego ha insistido en la necesidad de "cerrar la brecha existente entre España y el resto de Europa" en inversión en políticas públicas de infancia, un paso, según ha dicho, "esencial" para garantizar los derechos y el bienestar de niñas, niños y adolescentes.
El encuentro, que ha puesto de manifiesto la voluntad de diálogo del ministerio con la Coordinadora de ONGD, se produce la misma semana en la que se ha aprobado la creación de una subcomisión en el Congreso de los Diputados, que se suma a los trabajos para lograr un Pacto de Estado para la Erradicación de la Pobreza Infantil.
Esta subcomisión elaborará un informe durante la primera mitad de 2025 en el que se planteará una estrategia que incluya medidas --y los recursos presupuestarios asociados-- a todos los niveles administrativos para combatirla.
A lo largo de 2024, Rego ha mantenido reuniones con entidades del tercer sector como la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión social en el Estado Español (EAPN-ES), la Plataforma de Organizaciones de Infancia (POI), Save The Children, Cáritas, la Asociación de Madres Solteras por Elección (MSPE), Unicef España, Fundación Secretariado Gitano o Cruz Roja, entre otras.
Según señala el Ministerio de Juventud e Infancia, la pobreza infantil en España es "un fenómeno estructural que se transmite de generación en generación". De acuerdo con sus datos, existen tres colectivos particularmente afectados: la infancia migrante, la gitana y la de familias monomarentales.
En concreto, señala que el 89% de la infancia gitana vive en familias con algún tipo de afectación de la pobreza; que ser niña o niño migrante multiplica por 2,4% las posibilidades de acabar en situación de pobreza y que las familias monomarentales presentan un riesgo de pobreza 20 puntos superior a la media (un 27,4% frente a un 47,3%).