Alumno, estudiante, niño, ordenador, clase, nuevas tecnologías, aula, aprender, colegio, escuela, enseñar, PC - GOBIERNO DE ARAGÓN - Archivo
MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -
Save the Children ha pedido un 'plan Marshall' para la educación tras la crisis del coronavirus con el objetivo de luchar contra el abandono y fracaso escolar de los niños, niñas y adolescentes más desfavorecidos. La inversión mínima estimada por la ONG para ese plan de recuperación asciende a 4.200 millones de euros y a un máximo de unos 5.000 millones.
La organización especializada en infancia ha presentado este martes en rueda de prensa el informe llamado 'Covid-19: cerrar la brecha' donde propone un conjunto de recomendaciones para la vuelta a las aulas basado en la equidad y el bienestar psicosocial del alumnado.
"Hay que intentar que en la comisión para la reconstrucción social y económica por la pandemia del coronavirus la educación tenga un papel relevante. Una inversión de choque en educación resulta imprescindible", ha afirmado el director general de Save the Children, Andrés Conde. A su juicio, es "fundamental" que un país como España, que es el país de la Unión Europea con la tasa más alta de abandono escolar (18%), coloque la educación "en un lugar alto de prioridades".
Una de las conclusiones del informe es que el cierre de los colegios, la brecha digital, el confinamiento y la crisis económica han incrementado la brecha educativa y perjudicado el bienestar físico y mental de los niños y las niñas. Al respecto, Conde ha incidido en que esa brecha existía previamente a la crisis sanitaria entre el alumnado de distintos orígenes socioeconómicos, pero ha avisado de que ahora se ha acentuado.
FALTA DE MEDIOS PARA LA EDUCACIÓN A DISTANCIA
En este punto, el informe pone de manifiesto que la educación a distancia ha supuesto que unos estudiantes hayan seguido aprendiendo y otros no tanto debido a la falta de ordenadores y dispositivos electrónicos, internet o espacios en su casa adecuados para estudiar. Además, Conde ha explicado que a esto se suma la "falta de capacidad de apoyar" por parte de familias de clases más desfavorecidas que no tienen ni las competencias ni los conocimientos necesarios para poder hacerlo.
Tal y como señala el estudio, la brecha ha crecido también entre centros educativos. Los colegios con más alumnado desaventajado están peor dotados de personal, material e instalaciones y precisamente esos son lo que menos recursos están teniendo para garantizar su educación durante la crisis, según avisa la ONG.
Asimismo, la organización apunta que la "inseguridad laboral, el desempleo y el estrés económico" que viven las familias en plena crisis del COVID-19 también afecta al rendimiento educativo de los menores, al igual que las condiciones de "hacinamiento" o la convivencia en viviendas "precarias" en el confinamiento.
En este contexto, Conde ha advertido de que la crisis actual puede aumentar el fracaso y el abandono escolar de los niños, niñas y adolescentes en desventaja, al tiempo que ha pedido medidas políticas que prioricen la inversión en educación durante la desescalada.
PLAN BASADO EN OCHO EJES
En concreto, Save the Children ha propuesto un plan, teniendo en cuenta un posible rebrote de la pandemia en otoño o la aparición de nuevas enfermedades asociadas a la degradación medioambiental, algo que requeriría volver a la educación a distancia o semipresencial.
"Estamos gestionando una crisis y ello supone un plan Marshall para la recuperación", ha dicho la directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children, Catalina Perazzo, que ha expuesto ocho recomendaciones recogidas en el informe de la ONG para evitar que ningún alumno "se quede atrás".
En primer lugar, la ONG considera imprescindible que se proporcione tecnología a todo el alumnado y formación pedagógica al profesorado, priorizando con recursos el retorno y la presencia en las aulas de quienes más riesgo de desvinculación tienen. Esta es, a juicio, de Perazzo, la única manera de garantizar una educación a distancia o semipresencial "inclusiva".
La ONG también reclama programas educativos de verano para reducir las posibles desigualdades de aprendizaje que se hayan generado durante el cierre de centros escolares, una medidas que requiere de financiación estatal a las comunidades autónomas.
Asimismo, solicita recursos extra a los centros con alumnado desfavorecido para reducir la repetición y la segregación. En esta línea, aboga por la creación de un programa que les dote de recursos tanto humanos como materiales o de instalaciones, lo que también conlleva financiación estatal a los territorios.
También pide financiación para poner en marcha un refuerzo educativo extraescolar como "elemento clave para recuperar el tiempo lectivo perdido y como alternativa a la repetición". En concreto, propone el diseño de un programa amplio de refuerzo en grupos pequeños y horario extraescolar para el alumnado desaventajado.
Para la ONG, es necesario además fortalecer con medios la tutoría y los equipos de orientación e incorporar la educación emocional en las escuelas es también muy relevante. Asimismo, pide dar "autonomía y apoyo al profesorado" ante la posibilidad de que la desconexión de muchos estudiantes y la dificultad de una educación a distancia improvisada dejen contenidos del currículo de este curso sin cubrir.
SISTEMA DE BECAS Y AYUDAS "REFORZADO"
Por otro lado, aboga por un sistema de becas y ayudas "reforzado y eficaz". A su juicio, se debe "ajustar temporalmente los requisitos de renta permitiendo acreditar cambios sobrevenidos de circunstancias socioeconómicas familiares".
Asimismo, ve necesaria la creación de unas 'becas salario' pagadas a tiempo para combatir el riesgo de abandono, así como asegurar que las ayudas de comedor llegan a todo el alumnado en situación de pobreza, viva donde viva. Según un cálculo de la ONG realizado a finales de marzo, las ayudas aprobadas en este sentido ante la pandemia "no cubre a todo el alumnado" con becas comedor.
Por último, la ONG reclama el diseño de planes de contingencia y salud en los centros educativos con orientaciones sanitarias claras para una vuelta segura a las aulas y para afrontar posibles rebrotes.
Sobre la posibilidad de que el curso arranque en septiembre, Perazzo ha defendido la necesidad de "priorizar" la entrada de los niños y niñas y adolescentes de entornos socioeconómicos más vulnerables y con carencia de medios que les hacen estar "más desvinculados" y sufrir más riesgo de fracaso escolar.
Por su parte, Conde ha pedido también planes de conciliación, al tiempo que ha alertado de que, si no se ponen en marcha, se corre el riesgo de que haya "niños solos en casa" ante la vuelta al colegio.