Foto: PRODEIN
BRUSELAS, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha recordado a España este miércoles que las medidas de control de la frontera "deben ser equilibradas" y respetar "los derechos fundamentales" de los inmigrantes, así como "el principio de no devolución", tras los últimos incidentes en la valla de Melilla.
"Las medidas de vigilancia fronteriza deben ser equilibradas a los objetivos perseguidos y cumplir el respeto por los derechos fundamentales y el principio de no devolución, a la vez que respetan la dignidad humana", ha explicado a Europa Press el portavoz de la Comisión Europea, Antoni Gravili, preguntado por las últimas denuncias de varias ONG sobre violencia policial española y marroquí en la zona fronteriza.
La ONG melillense Prodein difundió este martes un nuevo vídeo grabado en la madrugada del 13 de agosto, tras un intento de salto de la valla de Melilla, que muestra cómo al menos seis inmigrantes fueron golpeados con porras o bastones por fuerzas policiales mientras eran conducidos por la puerta de servicio del vallado hasta el lado marroquí.
La organización internacional Human Right Watch también ha difundido esta semana dos grabaciones de las mismas fechas para ilustrar, por un lado, que hubo violencia policial sobre los migrantes en el salto a la valla y, por otro, que se volvieron a ejecutar devoluciones sumarias a Marruecos de personas que habían conseguido alcanzar suelo español.
"La Comisión se reserva el derecho de dirigirse al Estado miembro implicado en caso de alegaciones de no respeto de estas obligaciones", ha precisado el portavoz, preguntado por las denuncias de estas ONG.
Según ha asegurado, "la Comisión no tiene información específica sobre estas presuntas prácticas". En todo caso, no ha querido avanzar si el Ejecutivo comunitario contactará con las autoridades españolas para buscar aclaraciones y si podría eventualmente abrir un procedimiento de infracción contra España por malos tratos o devoluciones en caliente.
La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, ya trasladó en febrero su preocupación por el uso de balas de goma por parte de la Guardia Civil para evitar que inmigrantes irregulares entraran en Ceuta a nado desde Marruecos en un incidente en el que murieron 15 inmigrantes y pidió explicaciones al Gobierno español, que posteriormente puso fin a esta práctica.
La comisaria ya había chocado a finales del año pasado con el Gobierno español a cuenta de la instalación de cuchillas en la valla fronteriza de Melilla. Aunque admitió que las concertinas no vulneran el derecho de la UE, sostuvo que no son eficaces porque no frenan la entrada de inmigrantes sino que les hacen llegar con más heridas.