BRUSELAS, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 dedicarán hoy la segunda jornada del Consejo Europeo a debatir cómo evitar nuevas catástrofes humanitarias como el naufragio de barcos con inmigrantes en Lampedusa, pero no se espera que concreten fondos adicionales o nuevas iniciativas como la operación de seguridad y salvamento en el Mediterráneo propuesta por la Comisión.
La política migratoria ha vuelto a provocar un enfrentamiento entre los países del sur -en concreto de España, Italia, Grecia Malta, Chipre, Eslovenia y Bulgaria, ya que Francia no ha definido su postura-, que reclaman que la UE dedique recursos adicionales, y el resto de Estados miembros, más reticentes.
La presión de los países Mediterráneos ha obligado al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, a ampliar las conclusiones de la cumbre dedicadas a inmigración. Sin embargo, el último borrador se limita a encargar al grupo de trabajo creado por la Comisión tras la tragedia de Lampedusa -en el que participan la Agencia de Control de Fronteras (FRONTEX), la Oficina de Asilo y Europol, que proponga medidas en diciembre.
En este sentido se pide reforzar la cooperación con los países de origen y tránsito, aumentar las actividades de FRONTEX y la solidaridad con los países más afectados, combatir las redes de tráfico de seres humanos y mejorar la política de retorno. Pero el gran debate del Consejo Europeo sobre política de inmigración se aplaza hasta junio de 2014.
ESPIONAJE, ROAMING Y UNIÓN BANCARIA
La primera jornada del Consejo Europeo estuvo protagonizada este jueves por el escándalo del espionaje de Estados Unidos a ciudadanos e instituciones de la UE, con escuchas incluso al móvil de la canciller, Angela Merkel. Alemania y Francia acordaron pedir a Estados Unidos que negocie antes de finales de año un pacto para acotar la actividad de los servicios de espionaje a ambos lados del Atlántico y evitar que se repitan estas actuaciones, pero evitaron hablar de represalias contra la administración de Barack Obama.
Los líderes han confirmado este jueves los plazos estrictos para completar la unión bancaria --cuyo objetivo es acabar con la fragmentación del crédito en la eurozona--, pero no han realizado ningún avance en su pieza más polémica, la creación de una autoridad y un fondo único para liquidar bancos con problemas, que debería acordarse en diciembre, ya que Alemania rechaza las propuestas de Bruselas.
Los jefes de Estado y de Gobierno se han comprometido además a hacer "todo lo posible" para que la industria europea de telecomunicaciones recupere su posición de liderazgo mundial y para completar el mercado único digital en 2015, pero han evitado respaldar expresamente la medida estrella de la reforma del sector propuesta por Bruselas: la eliminación del sobrecoste por el uso del móvil en el extranjero, tanto para llamadas como para navegar por Internet.