MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado este miércoles que un total de 849 inmigrantes ilegales llegaron a España en febrero de este año, una cifra que supone 300 personas menos que en el mismo mes de 2018, cuando se contabilizaron 1.158.
Grande-Marlaska ha explicado estos datos durante su intervención en el Pleno del Congreso, en donde el diputado del PP Carlos Rojas le ha interpelado sobre política migratoria. En concreto, le ha pedido explicaciones sobre las líneas que, en esta materia, ha puesto en marcha el Gobierno en los últimos ocho meses.
En su intervención, el 'popular' ha hablado de "bandazos", "contradicciones" y "espectáculo", como palabras que, a su juicio, definen la actuación del equipo de Sánchez en materia migratoria. Para Rojas, los socialistas han trabajado con una política "de foto" que comenzó en junio con la acogida del 'Aquarius' en el puerto de Valencia y que, a su juicio, propició un "efecto llamada" a las mafias.
Esta situación, ha apuntado el portavoz del PP, ha provocado que las llegadas en enero se multiplicaran por siete, con respecto al mismo mes de 2016.
EL PP SE HACE "OPOSICIÓN A SÍ MISMO"
"Le pido que haga valer la ley y la razón por encima del buenismo y de la foro", ha reclamado Rojas, para insistir en la necesidad de ser "más contundentes" contra las mafias. "La política migratoria no es una cuestión de foto, sino de Estado", ha declarado.
A Grande-Marlaska esta intervención le ha parecido un "ridículo" por parte de un PP que, en su opinión, se está haciendo "oposición a sí mismo", dado que los datos de entrada por vía marítima y terrestre de inmigrantes a España creció "un 301% entre 2013 y 2017", con mandato 'popular'.
Del mismo modo, ha afeado a Rojas que compare los datos de enero de este año con los de 2016 para ocultar que estos datos ya se habían multiplicado por cuatro en enero de 2017. "Ese dato no es el que realmente gustaba", ha apuntado.
También ha criticado que se hable de política de "foto", cuando, según ha apuntado, su predecesor, Juan Igancio Zoido, visitó Ceuta y Melilla para "sacarse la foto", al igual que Casado. El ministro socialista ha asegurado que su visita a Ceuta y cuando vaya a Melilla será para "ofrecer resultados y objetivos".
En su intervención ha defendido, además, su labor en estos meses en la Moncloa, asegurando que han basado su política migratoria en recuperar el diálogo con países de origen y tránsito. El ministro ha explicado que, junto con la secretaria de Estado han visitado hasta 20 países africanos, con los que han tratado el problema migratorio y el de las mafias.